¡Qué valientes! Manas, mis comadres de Bridgetown, Barbados desafiaron la resistencia de la iglesia y realizaron su primer Marcha del Orgullo.
Poco más de 120 personas, miembros de la comunidad LGBT, aliados y algunos turistas, llenaron de color las calles para celebrar el amor multicolor, en un lugar característico por sus carnavales, en donde habitan más de 280,000 personas y en donde la iglesia católica se opone rotundamente a la homosexualidad.
La oposición religiosa llegó a tal nivel, que días previos a la marcha, realizaron una conferencia de prensa para manifestar su descontento con este evento lleno de amor, argumentando que van en contra de la iglesia, de Adán y Eva y de la misma biblia, quienes, según ellos, no aceptan este tipo de expresiones.
Barbados todavía criminaliza la homosexualidad, con una pena máxima de cadena perpetua, aunque esto rara vez se aplica. El fiscal general de la isla, Adriel Brathwaite, ha dicho que las personas homosexuales en el país deberían ser “dejadas en paz”, pero, al mismo tiempo, también se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, la comunidad LGBT de Barbados ha recibido el apoyo de al menos un miembro de la iglesia anglicana local, el padre Clifford Hall. Dirigiéndose a la multitud, dijo que no había forma de detener el movimiento LGBT: “No dejes que nadie te intimide, ni te atormente o te aterrorice. Han tenido su día, el tuyo es ahora, mañana y siempre. Entonces, hablando como sacerdote, digo, ‘démosle la bienvenida al rebaño de Cristo'”, dijo, grabado en un video publicado en un portal de noticias caribeñas llamado Loop.
