Un 10 de julio de 2010, Oscar Ramírez encontró el cuerpo sin vida de su pareja, él, con ese inmenso dolor que vivió a los 23 años de edad reportó el hecho a las autoridades correspondientes, dejando por demás clara su orientación sexual.
Pese a que el culpable de este trágico suceso confesara su crimen, Oscar fue señalado, con base en estereotipos y prejuicios, como culpable de un crimen pasional, esto como resultado de una investigación solicitada sesgada debido a la orientación sexual de Ramírez. La consecuencia de esta acusación hizo que Oscar fuera privado de su libertad durante casi 5 años, y en el mismo centro de reinserción que el autor intelectual de este delito que le arrebató a su compañero de vida.
La historia de Oscar, es una de muchas que viven miembros de la comunidad LGBT que son señalados por su orientación sexual, por su forma de amar, a través de prejuicios y suposiciones. Desafortunadamente, bajo esta “condición” se emite juicio que da como resultado “un crimen pasional”, como si amar “diferente” hiciera daño. #JuzgarAlAmorMata
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