Según los registros médicos, Miguel, un hombre de Portugal, mejor conocido como “el paciente de Lisboa”, es el hombre con VIH más longevo del que se tenga registro.
Este hombre, cuya identidad ha sido protegida a petición de la familia, está a punto de cumplir 100 años, de los cuales, ha vivido 18 años con el virus, sin embargo, y pese a los achaques normales de la edad, es un hombre independiente y que vive sólo, sin el cuidado de nadie y por decisión propia.
Durante una entrevista reveló que no puede explicar cómo es que ha podido seguir su vida sin ayuda de nadie, aunque los médicos creen que se debe a su constancia y responsabilidad a la hora de tomar sus antirretrovirales.
La importancia de esta historia es entender que una detección oportuna puede hacer la diferencia, no todo está perdido, y hacernos la prueba es el primer paso, y quizá el más importante, para erradicar el VIH de la humanidad. Sí, hay mucho por trabajar, pero comadres, vamos poco a poco.
¡No se ataruguen y háganse la prueba! Más vale estar seguras, ¿o no? Cada quien su vida sexual, nadie juzga a nadie, pero sí es responsabilidad de todas cuidarnas.
