La BBC Indonesia ha informado que al menos 18 parejas LGBT, diez personas transgénero y ocho lesbianas, han sido detenidas en la ciudad indonesia de Padang. Se cree que las parejas fueron detenidas por orden del alcalde de la ciudad, Mahyeldi Ansharullah, y que serán sometidas a apoyo psicológico y rehabilitación para “ser curados de la homosexualidad”.
Para que esto suceda, las parejas se verán obligadas a realizar ceremonias de ruqyah, que es una forma de exorcismo, para librar al cuerpo de los “espíritus demoníacos” que los “habitan”. Las ceremonias son bárbaras y las parejas serán golpeadas con palos de escoba mientras se leen versos del Corán. El mes pasado, Ansharullah dirigió una protesta contra la comunidad LGBT en Padang. En la marcha, dijo: “A los perpetradores del pecado, que se arrepientan y que quienes los protegen se den cuenta de inmediato porque se enfrentarán a la oposición de todas las partes y comunidades en Padang, así como a las fuerzas de seguridad”.
Esta es solo la última acción que está convirtiendo a Indonesia en un país cada vez más hostil para la comunidad LGBT, a pesar del hecho de que es legal ser gay en el país, excepto en la región de Aceh. A fines del mes pasado, la ciudad de Pariaman, también en el oeste de Sumatra, aprobó un estatuto que castigaría a las personas que habían cometido “actos LGBT”.
El teniente de alcalde Mardison Mahyudin anunció que los “actos que se consideran LGBT” serán prohibidos en el nuevo reglamento. Las cláusulas en el nuevo reglamento propuesto discriminan a las personas LGBT “que realizan actividades que perturban el orden público” o cometen “actos inmorales con personas del mismo sexo”.
