Golpe tras golpe contra las poblaciones LGBTQ+ en Rusia
Las autoridades rusas han dado un paso drástico al presentar una demanda ante la Corte Suprema de ese país para ilegalizar al «movimiento público internacional» LGBTQ+.
La acción representa el más reciente y severo golpe en una década de medidas en contra de los derechos de las personas de las poblaciones LGBTIQ+ en Rusia, lideradas por el presidente Vladímir Putin y su enfoque en los «valores familiares tradicionales».
En un comunicado en línea, el Ministerio de Justicia ruso justificó la demanda señalando «señales y manifestaciones de naturaleza extremista» en las actividades del movimiento LGBTQ+ en Rusia, incluido el «incitamiento de discordia social y religiosa». La Corte Suprema está programada para considerar la demanda este próximo 30 de noviembre.
Impacto desconocido para la comunidad LGBTQ+
Aunque no está claro cómo afectaría la etiqueta de «extremista» a las personas LGBTQ+ en Rusia, la medida es parte de una serie de acciones que han socavado los derechos de las comunidades LGBTIQ+. Desde la ley «propaganda gay» en 2013 hasta la prohibición de la propaganda de «relaciones sexuales no tradicionales» en 2022, la represión ha sido constante.
La acción representa el último capítulo en una década de restricciones, que incluyen la ilegalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2020 y la prohibición de procedimientos de transición de género en 2022. Estas medidas se suman a la retórica del Kremlin sobre la protección de «valores tradicionales» y la influencia «degradante» de Occidente.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por estas medidas que socavan los Derechos Humanos. Defensores de los derechos civiles han denunciado los intentos de Putin de legitimar acciones militares en Ucrania mediante la protección de «valores tradicionales».