¡Qué horror! Mujer que ha sido bautizada en redes sociales como «Lady Cinemex» se hizo viral desde el pasado 29 de abril por el escándalo que protagonizó en una sala de un complejo cinematográfico.
La mujer, quien ha sido identificada como Ariana Zambrano, se encontraba en una sala de cine del complejo Cinemex ubicado en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México.
Según lo que se ha revelado, la mujer no dejaba de hablar ni de hacer comentarios ofensivos durante la proyección de la película «Challengers». Ante las quejas de los asistentes y la forma altanera en que respondió la mujer, se procedió a recurrir al personal de seguridad del cine.
Sin embargo, la mujer arremetió también contra los trabajadores del complejo cinematográfico. Ante la petición unánime de los asistentes a que se retirara, la mujer comenzó a responder con palabras altisonantes y actitud soberbia:
«¿Qué quieren de mí? Gracias, Ariana Zambrano. ¿Qué tengo que hacer por ustedes para que se luzcan? Tengo problemas».
Posteriormente lanzó insultos homofóbicos a una pareja de asistentes a la proyección:
«Les dije homosexuales, mala onda y así”.
El altanero personaje también amenazaba con poner una demanda a los asistentes (¿?).
Cuando la mujer procedía a retirarse de la sala, luego de que los trabajadores del cine le ofrecieron pases gratis para otra película, la mujer tuvo una discusión con una asistente, aparentemente de origen extranjero, a la que le dio un manotazo diciendo:
«¿A qué vienes a comer a mi país?».
La mujer se retiró entre aplausos y silbidos sarcásticos de los asistentes. Cabe señalar que la mujer iba acompañada por otra chica que, en ningún momento secundó su actitud y se notaba nerviosa y avergonzada.
Varios asistentes registraron el penoso episodio con sus móviles. Fue el usuario @AndresGuzman_92 quién compartió su grabación en la red X, donde pronto se hizo viral.
En pocas horas se identificó a la mujer quien, hasta el momento no ha dado señales de vida ante el linchamiento mediático por su agresiva actitud.
Muchos señalaron que tal vez la mujer podía sufrir alguna especie de condición mental, comparando su reacción con un brote psicótico. Pero esto solo queda en un rumor infundado.
Solo queda señalar que, independientemente de su cuestionable actitud, a mucha gente sigue pareciéndoles común y normal utilizar la orientación/identidad de género, la nacionalidad, color de piel, físico o estatus social como una forma de ofensa. ¡Eso ya es muy noventas hijxs!
Por lo pronto solo queda decir manas:
¡Si no la controlan, no la fumen!