El conductor de radio y televisión explotó en redes ante un performance que representaba a Cristo en Marcha LGBT+ de la Ciudad de México.
Aunque la Marcha del Orgullo LGBT+ de la Ciudad de México se llevó a cabo en paz y armonía, no faltó «el pelo en la sopa» con algunos detalles que causaron controversia.
Resulta manas que, en medio de los contingentes de la Marcha, hubo uno presentado por el antro La Purísima en donde se realizó un performance que emulaba la pasión y muerte de Cristo, con todo y soldados romanos, pero en un tono jotesco.
¡Pues que el periodista René Franco se engorila manas! El titular del programa radiofónico «La Taquilla» criticó severamente este performance y que vociferó en la red X:
“Para exigir respeto están muy buenos… Cabr*nes”.
No pues cállense mis cielas. Que se arma la rebatinga en esta red (ya ven que casi no es tóxica). Grupos religiosos anti-LGBT+ criticaron y bufaron a no poder más.
Obviamente hubo una reacción también de parte de personas, no solamente del colectivo LGBT+, que no se tomaron tan a pecho el performance.
El significado del performance
El performance, según explicaron fuentes en redes y la gente de La Puri, tiene dos razones. La primera es que se trata de una manifestación en contra de la Iglesia Cristiana en todas sus variantes, que vaya que han troleado a la comunidad desde tiempos inmemoriales.
La otra versión es que se trata de una crítica hacia las terapias de conversión, prácticas que grupos religiosos aplicaron a miembrxs de la comunidad LGBT+ durante años y que, hoy en día están prohibidas.
Según yo manas, fue un performance y nada más. ¿Cuántas veces en medios ponían representaciones groseras y grotescas de la comunidad LGBT+ y aguantamos vara? ¿Verdad que se siente feo que se metan con lo que te duele?
Lo que pasa es que ya ven que mi Franco es polémico y de cuando en cuando le gusta «aventar petardos» en las redes para hacer controversia. Pudo expresar su desacuerdo, muy válido desde luego, pero también echó madres y le entró al tren del mame.
Pero así es este controvertido y manoseado mundo de las redes sociales y de los opinólogos profesionales.
Ya mi René, no te encabrites. Te queremos. Bien que me acuerdo cuando allí andabas joteando y haciéndole el juego a la «Manigüis» en la tele, o cuando la Sabrina te quería meter cosas en la coliflowers en «Big Brother», y no te sulfurabas tanto. ¡Cotorrea!
