La legendaria vedette francesa fue una de las primeras mujeres trans en la Historia en obtener reconocimiento internacional en los medios.
Luis Miguel Romero
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El colectivo trans ha recorrido un camino muy largo en su búsqueda constante de respeto y reconocimiento, en todos los campos y en todos los medios. En este espacio, recordamos en esta ocasión a una figura muy importante de la historia LGBT+. Se trata de la gran vedette francesa conocida como Coccinelle, una de las primeras mujeres trans en la Historia en obtener reconocimiento internacional en los medios.
Vida temprana e inicios profesionales
Nació el 23 de agosto de 1931 en París, Francia. Su identidad de género estuvo definida desde que tuvo uso de razón: era una mujer, aunque su cuerpo y la sociedad dijeran lo contrario. No se tienen muchos detalles de su juventud, pero parece ser que vivió su transición con el apoyo de su familia. Se sabe también que se desempeñó durante algún tiempo como artillera para el ejército francés.
En 1953, surge con el nombre de Coccinelle (“mariquita” o “catarina” en español), debutando como corista y vedette en el salón de female impersonators y drag queens Chez Madame Arthur, donde su madre fungía como vendedora de flores. Allí realizaba imitaciones de la actriz francesa Danielle Darrieux. Eventualmente también trabajó en el club nocturno parisino Le Carrousel, donde alternó con figuras como April Ashley y Bambi, otras destacadas vedettes trans. Se dice que su inspiración e ideal femenino era la actriz Marilyn Monroe.
Las primeras cirugías de reasignación de género
En 1958, Coccinelle decide realizarse una cirugía de reasignación de género. Esta la realizó en Casablanca, Marruecos, en la clínica del prestigioso ginecólogo francés Georges Burou, quién también estuvo detrás de las cirugías de April Ashley y, según se cuenta, de la actriz Capucine. Esto era una proeza, pues, en ese momento de la medicina, las operaciones de reasignación de género aún eran una novedad.
Por fortuna, la operación de Coccinelle fue un éxito. Coccinelle comentaba que el Dr. Burou “rectificó el error que la naturaleza había cometido”. Coccinelle supo que la cirugía había sido un éxito cuando el Dr. Burou la saludó con un “Bonjour, Mademoiselle”. Así vio a la luz por vez primera su verdadera identidad: Jacqueline Charlotte. Su nuevo nombre legal lo obtuvo con la ayuda del prestigioso abogado Robert Badinter.
Éxito masivo
Pronto, La Coccinelle se convierte en una sensación. No es la primera mujer trans en someterse a una cirugía de reasignación de género, pero sí la primera gran estrella, y cotizada vedette. En 1963, durante siete meses, se presentó en el Olympia de Paris con un espectáculo titulado «Recherche la femme». En esa época, alternó con figuras como Edith Piaf.
En 1959, había debutado en el cine en la película “Nuits d’Europe”, de Alessandro Blasetti. En total, realizó otras cinco películas más en la década de los 1960s, pero el cine en realidad nunca fue su ambición. Lo suyo eran los shows de revista y cabaret. Poco a poco, Coccinelle se convirtió en una de las artistas más destacadas de toda Francia y pronto su fama traspasó fronteras. A partir de la década de los 1970s, realizó una gira por Europa y Latinoamérica. En 1978, se instaló en Berlín, Alemania, donde se convirtió en la figura estelar del célebre cabaret Chez Nous.
En 1982, Coccinelle se instala en Argentina, país en el que su carrera vive un segundo aire. Trabaja en televisión y en espectáculos de cabaret de aquel país. En 1986, regresa como estrella al Madame Arthur, recinto que la vio nacer cuarenta años atrás. Su espectáculo obtiene gran éxito y nuevamente se vuelve figura mediática, apareciendo en programas de televisión y en medios impresos. También triunfó con una temporada en el Casino de Paris.
Retiro y faceta como activista
A principios de los 1990s, Coccinelle presenta un espectáculo en el que narra la historia de su vida. Por desgracia, el estallido de la Guerra del Golfo provocó una crisis económica que afectó a su espectáculo, que tuvo que cerrar la temporada. Decide entonces alejarse de la vida pública y se retira a vivir de manera pacífica al sur de Francia. Su última actuación la realizó en 1992.
En su carrera también lanzó tres producciones musicales. La última la realizó en 2005.
Coccinelle también trabajó como activista en favor de las personas trans. Fue la fundadora de la organización Devenir Femme (Convertirse en mujer), creada con el fin de brindar apoyo emocional y práctico a quienes buscan una cirugía de reasignación de género. También ayudó a crear el Centro de Ayuda, Investigación e Información para la Transexualidad y la Identidad de Género en Francia.
Una de las mujeres más deseadas de su época
Su vida personal fue muy polémica. En 1961, contrajo matrimonio con el periodista Francis Paul Bonnet. Su boda causó sensación en los medios. Fue la primera vez que una mujer trans se casaba de blanco y era entregada en el altar por su padre. El matrimonio se efectuó bajo la fe católica, luego de que la iglesia reconoció su identidad femenina y hasta fue re bautizada. En 1966 contrajo segundas nupcias con el bailarín colombiano Mario Florentin. Ya en semi retiro en Marsella, se casó en terceras nupcias, en 1996, con el actor transformista Michou.
Pero, a la par de sus matrimonios, la belleza y sensualidad de Coccinelle, causaban impacto entre los hombres. El galán de cine francés Alain Delon, quedó sorprendido ante su belleza y el cantante Ghigo Agosti le compuso el tema Coccinella, que provocó mucha controversia en la época.
Últimos años y legado
Coccinelle pasó sus últimos días en el cabaret LouLou de Marsella. En abril de 2006, sufrió un derrame cerebral. Seis meses después, el 9 de octubre de 2006, Coccinelle murió de un paro cardíaco en el Hospital Timone de Marsella. Según se dice, sus últimas palabras fueron:
“No tuve mi vida, al menos déjenme tener mi muerte”.
Coccinelle ha sido objeto de numerosos homenajes y reconocimientos tras su deceso. El más importante fue la inauguración del Paseo de Coccinelle, una calle ubicada en París. Este se proclamó con su nombre el 18 de mayo de 2017, y es la primera calle de Europa en llevar el nombre de una persona trans.
En 2021, la historia de Coccinelle es brevemente abordada en la serie española «Vestidas de azul», basada en la novela homónima de la periodista Valeria Vegas.
La vida de Coccinelle, como la de muchas mujeres trans, no fue sencilla, pero es un ejemplo muy claro de que, con esfuerzo, disciplina y voluntad, cualquier persona puede construir una carrera fabulosa, digna e inspiradora para los demás, sin importar la identidad de género.
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