La película, que aborda tradiciones y costumbres de la nación asiática, se ha convertido en un éxito streaming.
No es usual que en el cine taiwanés se aborde, de una manera tan abierta, el tema de la diversidad sexual. Sin embargo, es un hecho que la industria cinematográfica del país ha evolucionado en géneros y contenidos.
Ejemplo de ello es la película «Mi boda con un fantasma», cinta taiwanesa que, actualmente, se encuentra disponible en una popular plataforma de contenido streaming.
La película narra una historia que desafía las tradiciones y costumbres ancestrales de Taiwán.
Se trata de una comedia de horror que se basa en la costumbre real de Taiwán, de hace más de 3.000 años, de las «bodas fantasma». Se trata de unas ceremonias que se realizan con el objetivo de asegurar la compañía de los muertos en la vida futura. Originalmente, los rituales unían a dos personas fallecidas. Pero hoy en día, también se puede casar a un ser vivo con un cadáver, como un acto simbólico y ritual.
Durante estas bodas, la familia de la novia establece una dote ficticia representada por numerosos objetos que hacen el papel de joyas, sirvientes y propiedades.
Bajo este contexto, la trama de la cinta sigue a «Wu Ming-Han» (interpretado por el actor Hsu Kuang Han), un policía heterosexual, homófobo y con terror a los fantasmas que, tras un accidente, se ve atrapado en una «boda fantasma» con «Mao Pang-Yu» (Austin Lin), un fantasma gay.
La película ha atraído la atención de la crítica por su reflexión sobre la costumbre de estas «bodas fantasma» de Taiwán. Obviamente, todo este tema se aborda en medio de situaciones cómicas y absurdas, características de una comedia convencional.
La película también aborda, de una manera muy natural, temas como la identidad de género, el amor y la aceptación.
El filme ha sido un gran éxito taquillero para la industria fílmica taiwanesa. Fue ganador del premio al Mejor Guion en el 25º Festival de Cine de Taipéi.
El filme se estrenó el pasado 10 de agosto de 2024, en la popular plataforma streaming de la «Gran N», convirtiéndose en un éxito instantáneo y captando la atención del público internacional.
Se trata de una película divertida, sin mayor pretensión que invitar al espectador a conocer las tradiciones y costumbres de la nación insular asiática.
