Para Kayle Iveson el plan salía de maravilla: usaba su cuchillo de 15 centímetros para intimidar a quienes estaban en una tioenda ce conveniencia que pretendió asaltar, sin embargo, cuando llegó a la caja vio algo que lo paralizó: su suegra.
Karen Brown, madre de su exnovia y abuela de su hija, era la encargada de la caja en la tienda localizada en Lancashire, Inglaterra y aunque Kyle llevaba el rostro cubierto con una bufanda, su suegra inmeditamente lo descubrió.
Brown dio aviso a la policía inmediatamente después de que Iveson abandonara la tienda y lo acusó de robo a mano armada.
«Es un estúpido al pensar que no me había dado cuenta de que eral él», agregó Brown luego de la detención de quien pretendía robarse más que a su hija.
«No me sorprende que haya intentado algo así», señaló a la prensa la suegra-policía.