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Acompañando Transiciones Exitosas

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Foto de Skyler Ewing en Pexels

Las transiciones son tan variadas como personas trans hay en el mundo, cada una con su combinación única de factores que la rodean. El entorno familiar es una de los factores más importantes. La edad, preparación, condiciones económicas, país, ciudad y hasta colonia. Tu escuela o trabajo, tus amistades, pareja, familia extendida, paradigma social predominante del lugar en donde vives. Son muchas las decisiones que se tienen que ir tomando mientras se avanza; ¿hasta dónde quiero llegar? ¿Qué es para mí una transición completa? Y después queda la pregunta obligada: ¿Y cómo le hago?… me imagino que has estado en esa situación.

Además de las personas trans, están las familias y personas aliadas que pasan por un sinnúmero de dudas, emociones, frustraciones hasta llegar a la claridad. Algunas personas nunca llegan a la aceptación y se quedan en la negación. Algunas se convierten en las mejores ayudas, en personas que nos brindan seguridad y apoyo, otras, se convierten en obstáculos o tristemente en agresoras. El puro hecho de querer ayudar es un muy buen principio, pero es solo eso, el principio. Es muy común ver la desesperación en familiares que quieren ayudar, pero la tarea que tienen enfrente puede ser intimidante.

Las transiciones traen movimientos fuertes en las familias, muchas cosas se reacomodan y hay que tratar que esos reacomodos sean para bien. No siempre se logra y adivinen que viene… ¡más reacomodos! Idealmente, todo se debería alinear para apoyar a la persona que transiciona, pero rara vez he visto esto, ya que son muchos los factores externos. Para eso, estamos luchando fuerte, haciendo conciencia para que cada vez se entienda más y de una vez por todas, que las personas nunca escogimos ser trans: simplemente ocurrió y el apoyo es bienvenido.

El acompañamiento es una herramienta que ayuda muchísimo en estos procesos; para mí era un oasis de paz en medio de la tormenta. Cada sábado me iba al gimnasio y ya relajada, llegaba a la 1pm al consultorio de Andrés, en donde hablábamos de todo. En mi casa no podía hablar del tema, porque todos se ofendían y hacían drama. Pero esa hora de acompañamiento se transformaba para mí en “los cuarteles de guerra de Churchill”, en donde se tomaban las decisiones estratégicas para completar mi transición exitosamente. No era un acompañamiento convencional ¡nada de eso! combinaba mi propio camino en un mundo mágico con lo acostumbrado en un acompañamiento tradicional. El universo me había regalado al terapeuta perfecto, y juntos, hacíamos alquimia.

Después me tocó pasar por las pruebas más duras, años después, lejos de Andrés. Con lo que había aprendido y con muchas herramientas más que se fueron sumando al arsenal, pude poco a poco construir un camino que me sacara adelante. Ahora, acompaño a las personas trans, a sus familias y a veces hasta a terapeutas aportando mi granito de arena, solo que tuve que ir al infierno y de regreso para poderlo hacer. El círculo se cierra ¿Sabes cómo se llama eso? El “Ouroboros”, la serpiente que se come a sí misma, un símbolo muy poderoso.

Lo he dicho en otros artículos, el verdadero alquimista no transforma plomo en oro. No, el verdadero alquimista se reinventa, transforma situaciones adversas en oportunidades, puede incluso transformar un problema en una solución. Churchill nunca prometió que sería fácil. Se necesita un gran esfuerzo, eso no te lo quita nadie. Pero la buena noticia, es que no tienes que reinventar la rueda. Ahí entra el acompañamiento y aunque tengas que recorrer el camino, alguien ya quitó algunas hierbas para hacértelo más fácil.

 

Si quieres acompañamiento para personas trans, familias y especialistas puedes contactar a Juliette Greenham a través de este correo: alasdeviento1@gmail.com