Un camarero de Wichita, Kansas, expuso en redes la homofobia de la que fue víctima en su lugar de trabajo.
Les digo mis cielos, ¡para eso si está buena la gente! ¡Para estar jorobando! Ahora fue un joven camarero en Wichita, Kansas quién fue violentado verbalmente ¡Y en su área de trabajo!
Noah Bierig, de 19 años, quién trabaja como camarero en «Bubba’s 33», en la ciudad de Wichita, relató que, hace dos semanas, se sintió incómodo al atender a un grupo de jóvenes en el restaurante. Noah explicó:
“La primera vez que me acerqué a la mesa, me miraron mal un par de veces. Y cada vez que me alejaba, se reían un poco”.
Uno de estos fulanos le miraba sus uñas pintadas y su pulsera del Orgullo LGBT+, un regalo que le dio su madre cuando se declaró homosexual. El chavo cuenta con el apoyo de su familia, por lo que, afortunadamente, no está acostumbrado a este tipo de majaderías.
Pero la cosa no paró allí mis amores. Después de que los malandros se fueron, Noah se sorprendió al encontrar que uno de los recibos del grupo no tenía propina; esa línea estaba completa con la palabra “faggot» («maricón» en inglés).
Noah declaró:
“Me dolió mucho”. No soy de los que lloran en el trabajo, pero debo decir que definitivamente fue la primera vez que me pasó algo así”.
Poco después, el recibo fue publicado en línea por uno de los amigos de Noah, revelando el nombre del cliente firmado e impreso debajo del insulto.
¡Y qué se tunden al patán con comentarios que reprochaban su grosería y acto de vil cobardía!
Al tipo no le quedó de otra más que dar una disculpa en Facebook:
“Sé que fue un error de mi parte escribir lo que escribí y lo lamento mucho. La experiencia gastronómica en general no fue tan buena y no debería haberlo solucionado diciendo lo que dije.
Desde entonces, el tipo se ha desaparecido de las redes sociales. ¡Ah verdad, muy valientes cuando van en «bolita»!
Los amigos de Noah crearon un fondo en línea a través de Proud of Wichita, la cámara de comercio LGBT+ de la ciudad, y recaudaron miles de dólares para el joven, quién ha declarado que lo donará todo a la caridad:
“Existe una organización llamada GLSEN. Es básicamente una organización contra el acoso escolar. Ayuda a los niños LGBT, en particular a los que sufren acoso escolar”.
Además, el restaurante donde trabaja está igualando su donación a GLSEN.
O sea que a los malandros les salió el tiro por la culata. Un acto de homofobia, grosería y cobardía vil, derivó en una causa benéfica. Afortunadamente así pasa a veces en la vida manas.