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Cáncer y Sexualidad (Sexualidad inteligente)

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Foto de Anna Tarazevich en Pexels

Bienvenides otra vez a otro espacio en donde los miembros de Sexcándala tocamos las fibras más sensibles de la relación que tienes con tu salud y con tu cuerpo. Esta vez no será la excepción para reflexionar y cuestionar precisamente nuestra relación con nuestro cuerpo, hablar un poco sobre cáncer de mama y… bueno, algunas malas decisiones en la vida.

Ejemplo: por qué evadimos ir al médico, esperamos a que nos supure el uy-uy-uy, nos automedicamos o le copiamos el tratamiento milagro a la tía de la vecina.

Este es un tema serio, la mayoría de las condiciones de salud que requieren atención médica, son pequeñas bombitas de tiempo que se complican conforme dejamos pasar los días.

Especialmente las patologías crónico-degenerativas, oncológicas, autoinmunes. Como dijimos el cáncer, la hipertensión, diabetes o Lupus. Y estas son solo unas cuantas, pero hay un titipuchal.

El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres. Se estima que 1 de cada 8 va a desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida.

Y un poco bajado a la realidad de todos, en algún momento vamos a enfermar sí o sí, y caemos en el error de ponerle atención a nuestros síntomas cuando el malestar ya es insoportable.

Aquí está nuestra área de trabajo para la sexualidad. Tómate un segundo para pensar qué factores pueden intervenir en tu interacción con tu salud.

Dramaticemos algunas frases que posiblemente hayas dicho, escuchado o hayan atravesado tu construcción:

¡Qué pena que me revisen los senos!

No me pasó nada, solo me raspé el ojo.

¡No es para tanto, ahorita se me quita!

Este tumor desaparecerá si tomo té verde.

Las excusas son infinitas, lo importante es visibilizar que hay un factor social que promueve el dejar nuestra salud de lado hasta las últimas consecuencias. La construcción de la sexualidad femenina en donde mostrar el cuerpo es denigrante no socialmente mal visto.

Y la construcción de la masculinidad tóxica en donde el que más se aguante es el que más vale. Pero ¿qué podemos hacer para poder solucionar las consecuencias de tantos años de educación sexual culpígena en torno al miedo?

En sexcándala estamos comprometidos en darte herramientas útiles en este momento para valorar en dónde estás parado en torno a tu salud.

Tip número uno: Conozcamos nuestros cuerpos. En la medida en la que sepamos cómo se comporta nuestro cuerpo en la salud y cómo se adapta a la enfermedad, podremos darnos cuenta mucho más rápido cuando algo no está del todo bien.

Sobre todo, pensando que necesitamos volvernos el mejor aliado del profesional de salud si es que tenemos que acudir a una consulta o servicio de urgencias.

Tip número dos: Normalicemos la conversación sobre nuestros cuerpos, hábitos y enfermedades. Conocer nuestros antecedentes familiares y reconocernos vulnerables es la mejor manera de adelantar y prevenir las enfermedades más frecuentes en nuestras familias.

Adelantar, prevenir y acudir tempranamente al médico reduce costos, tiempo, simplifica los tratamientos y disminuye la convalecencia.

Tip número tres: Es necesario que dejemos de fomentar la cultura del miedo a las revisiones médicos, a acudir a servicios de salud e incorporar una o dos veces al año el cuidado de nuestra salud. Es decir, establecer como regla consultar al médico y hacer laboratorios básicos una o dos veces al año, de acuerdo con lo comentado.

Cada patología tiene su forma de prevención, pero para cáncer de mama, es necesario que realices una autoexploración una vez al mes y conozcas bien tus mamas.

Alrededor del 70% de los tumores mamarios son encontrados por la palpación de las pacientes o sus parejas, por eso es tan importante.

Y, aun así, es necesario que una vez al año, acudas con un o una especialista en mama para que realice una palpación experimentada. Además, si detectas un hoyuelo, costra, sangrado o secreción del pezón, piel de naranja, un bulto duro o algún cambio en tus autoexploraciones, es necesario que acudas con un especialista para realizar un diagnóstico.

Como pueden ver, este solo es un pequeño ejemplo de por qué es necesario integrar educación sexual con una visión positiva de nuestro cuerpo. Podemos eficientar socialmente muchas actitudes para nuestro sistema de salud. Con pequeños ajustes, información y difusión somos agentes de cambio.

Reflexionemos, hoy por hoy, ¿cuál es la relación con nuestro cuerpo y salud?

¡No te pierdas la cápsula sobre este tema!