Cindy Ngamba es una boxeadora lesbiana originaria de Camerún y refugiada en Reino Unido por leyes anti-LGBT+ de su país.
Camerún es uno de los países del mundo en donde la diversidad sexual aún es criminalizada. Esta situación llevó a la boxeadora olímpica Cindy Ngamba a abandonar su patria hace más de una década.
Cindy, está refugiada desde hace 11 años en el Reino Unido. Cindy ha ganado su segundo combate de boxeo femenino y logró clasificar a las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Cindy es la primera atleta refugiada en la historia en ganar una medalla en unos Juegos Olímpicos.
Su llegada y estancia en el Reino Unido ha estado llena de vicisitudes. Cindy dejó atrás a su madre, aprendió un nuevo idioma y sufrió acoso escolar. También ha estado al borde de la deportación tras ser llevada a un campo de detención.
Cindy comenzó a practicar el boxeo en un club juvenil local. Hoy en día, ha logrado obtener en esta disciplina deportiva tres títulos nacionales, una medalla de oro internacional y ahora la primera medalla olímpica.
El equipo olímpico de refugiados del COI
Cindy es una de lxs 36 atletas que integran el Equipo Olímpico de Refugiados del COI para París 2024. Ellxs representan a la población desplazada mundial de más de 100 millones de personas. Este equipo hizo su debut en Río 2016, con nueve atletas, y luego participó en Tokio 2020, con 29 deportistas. En esta edición competirán bajo las siglas EOR, del francés «équipe olympique des réfugiés».
Cindy Ngamba nació en Camerún y se crió con su madre y su hermano mayor. A los 11 años, los dos viajaron al Reino Unido para vivir con su padre. Ngamba afirma que encontró una segunda familia en el GB Boxing Team. Se convirtió en tres veces campeona de Inglaterra. Y ha hecho historia al convertirse en la primera refugiada no solo clasificarse para unos Juegos Olímpicos a través de los torneos preolímpicos, sino en llevarse una medalla.
Cindy es abiertamente lesbiana, y su sexualidad fue lo que le llevó a convertirse en refugiada:
«La razón por la que soy refugiada es por mi sexualidad. En mi país es ilegal ser gay, así que, si me devolvían, podrían haberme encarcelado.»
