La actriz y cantante declaró estar feliz viviendo una relación abiertamente poliamorosa y no descarta la maternidad.
Vaya que mi hija Coco Máxima parece estar viviendo una de las etapas más plenas de su vida. Y es que, además de gozar de un enorme éxito en el plano profesional y artístico, parece que también la está pasando «bomba» en su vida personal.
Les chismeó que mi hija está viviendo tórrido romance con una chica llamada Jill Ortega. Jill es estudiante de producción musical, y la feliz pareja lleva ya cuatro meses de relación.
Respecto al romance, mi comadre declaró en TVNotas:
“Ella me deja ser y no me condiciona nada. Me impulsa a crecer más. Estoy muy enamorada de ella, porque con los hombres me ha ido muy mal. Estoy experimentando mi bisexualidad”.
Coco y Jill eran amigas desde hacía cuatro años, pero fue apenas que decidieron darse una oportunidad en el amorts.
Además, mi hija también decidió romper el silencio y declaró estar experimentando en el poliamor. O sea, su corazón está abierto para recibir a otras personas.
Y es que mi hija ha revelado que no le ha ido muy bien en pasadas relaciones con hombres:
“Me ha ido terrible. No tengo mucha suerte. Me han sacado dinero. Me han golpeado, humillado, y hecho daño psicológico. Eso es lo que sufrimos las mujeres trans en México”.
Mi hija también es practicante de brujería chamánica blanca, así que dice detectar de inmediato cuando hombres se le acercan con malas intenciones y me los repele de inmediato:
“La practico solo para protegerme. Las mismas entidades me han dicho que mi carrera es clave para difundir el mensaje de mi comunidad LGBT a la sociedad. Yo nací para revolucionar el mundo, para llenarlo de amor y solidaridad. Esa es mi misión”.
Coco también ha revelado que no está cerrada a experimentar la maternidad y se declara a favor de la adopción.
Mi comadre también está ultimando los detalles para retomar su faceta musical con el single «La bruja», un corrido tumbado que será lanzado en breve.