En mis investigaciones sigo a diferentes especialistas, que me permiten entender mejor la complejidad de la psique humana. Acabo de ver un nuevo documental que se llama “The Wisdom of Trauma” o “La Sabiduría del Trauma” por el doctor Gabor Maté. Si has leído mis artículos, notarás que están bastante alineados con este título, ya que siempre defiendo que en la adversidad podemos encontrar oportunidades enormes para el crecimiento de nuestras conciencias. Este doctor es para mí quien más sabe de adicciones en el mundo y dice una cosa muy interesante: las adicciones son respuestas a experiencias traumáticas, por lo que la efectividad de sus tratamientos se basa en una profunda comprensión de esas experiencias.
Él explica que hay dos temas centrales: la conexión y la autenticidad. Desde que nacemos, somos dependientes de los demás y sin su ayuda, un bebé no puede sobrevivir. El dolor de perder nuestras conexiones está enraizado por lo tanto en la viabilidad de nuestra propia vida. La autenticidad se refiere a poder expresarte desde tu verdadero ser, y en la historia hemos podido comprobar que las personas están incluso dispuestas a morir por defender su identidad. Es muy fácil sufrir heridas por estos dos temas: basta con que tu mamá te dejara por unas horas con un extraño cuando eras bebé, para interpretarlo como un abandono. Para herir tu identidad bastaría con no expresar tu opinión por el “qué dirán”. Si, la psique humana es compleja.
Caray, me dije, estos dos temas son centrales para la diversidad y normalmente nos hacen la diferencia. De ellos depende en gran medida el éxito o fracaso. Si al salir del closet o transicionar tu red de apoyo falla, el golpe puede ser tremendo. Es fácil que esto ocurra, ya que representa una situación nueva para tu familia, amigos etc. y no podemos calcular cómo van a reaccionar porque no hay ensayos, todo es en vivo. La autenticidad depende más de ti, y se trata de entender, que tanto tu identidad de género como tu preferencia sexual, no pueden ser ignoradas. Son parte de ti, vienen de origen, y tratar de reprimirlas solo será peor, así que conviene encausarlas inteligentemente para tener una vida sana.
Ojo, tu miedo a las consecuencias no es infundado, ya que la sociedad se encarga de ponértela difícil y harás bien en tener todo el cuidado, pero siempre será preferible a la amargura de vivir en la falsedad y la frustración. Al dar coaching a personas de la diversidad, veo con tristeza las malas reacciones de las familias, sobre todo, en que por alguna razón piensan que si nos meten el pie “es por nuestro bien, a ver si así se nos quitan las ganas de salir del closet o transicionar”. También los veo pidiendo tiempo para asimilarlo, pudiendo ser años o décadas. ¡No familia, no hagan eso por favor, es un grave error! Ya que para el momento que hayan asimilado, si lo hacen, le habrán causado una herida tal a la persona que ahora todo será contra corriente.
Lo digo con dolor desde mi experiencia. La pérdida de mi familia duele lo mismo a mi edad como si fuera un bebé chiquito; nada te prepara para eso. Aún si volvieran, castigar a una persona privándola de la conexión causa una herida enorme, pero además le complica la vida tremendamente. A veces, las que no calculan son las familias, y en este tratar de dar una lección, provocan que se pierdan vidas. La sociedad hace lo mismo: invalidarte, aislarte, asfixiarte. Si más familias y aliades entendieran la importancia de la autenticidad y lo mucho que les necesitamos, podrían reaccionar bien desde un principio y ayudarnos enormemente en esta lucha, de por si tan difícil. Tienen en sus manos el evitar muchísimo dolor. Acabo de ver un meme que me recordó mi transición: Una persona sentada adentro de una cárcel con la puerta abierta, solo que la puerta daba a un precipicio. No debe tratarse de escoger entre la cárcel de la inautenticidad o que tu transición te cueste la vida. En los aliades está en tendernos un puente antes de que sea demasiado tarde…