Natasha Reddington-Romanov «Ícono del Soho», fue hallada muerta en el Río Támesis este 28 de septiembre.
Este sábado 28 de septiembre, Natasha Reddington-Romanov, una mujer trans conocida como “Ícono del Soho” fue encontrada sin vida en el Río Támesis, en Londres.
Natasha, quien era bien conocida en la escena LGBT+ británica, fue reportada como desaparecida hace más de una semana.
La mujer, de 55 años de edad, fue vista por última vez en el barrio de Soho de Londres alrededor de las 2 am del sábado 21 de septiembre. Esa noche, Natasha había cenado con el propietario de un bar de la zona. Posteriormente salió a tomar unas copas con amigos y fue vista por última vez caminando hacia el autobús después de despedirse de ellos en el bar Raincall del Soho.
Tras su ausencia del trabajo el día lunes 23 de septiembre, su amiga Tracy Kawalik dio aviso a las autoridades y Natasha fue reportada oficialmente como desaparecida el 24 de septiembre.
El pasado sábado 28 de septiembre, el cuerpo de Natasha fue encontrado a orillas del Río Támesis, cerca del puente Vauxhall. Sus familiares más cercanos fueron notificados. Hasta el momento, las autoridades han declarado que su muerte es considerada “inesperada, pero no sospechosa” y que se prepararía un expediente para el forense.
Natasha se dio a conocer como bailarina en el cabaret de burlesque londinense Madame Jojo’s hasta 2014. Posteriormente trabajó en otros bares antes de encontrar trabajo como oficinista.
La popularidad de Natasha ha generado numerosas manifestaciones de afecto de integrantes de la comunidad LGBT+ británica en redes sociales. Nadie encuentra explicación acerca de su deceso. Su amiga Tracy declaró
«Los amigos que la conocen desde hace 40 años nunca la han visto como para encontrarse con un extraño y volver a casa con ellos. Nunca se pierde un día de trabajo, sin importar lo tarde que haya salido la noche anterior. Le encanta trabajar».
Los amigos de Natasha también aseguran que ella estaba en un buen estado mental y emocional antes de desaparecer.
«Es posible, pero no había señales específicas de que tuviera problemas con el trabajo o el dinero. No mostraba signos de depresión».
