Un niño se quedó atorado en una máquina de peluches al querer llevarse por la fuerza un pequeño Minion.
El menor, quién había gastado una libra en tratar de atrapar un peluche, decidió que debía tener ese juguete a como diera lugar y decidió meterse a la máquina por él.
Al final, el niño fue rescatado y decidieron dejarle el muñeco como recuerdo.
¡Controlen a sus hijos! ¡Qué oso!