El diseño de bancas con el arcoíris en Kielce, Polonia que estaba «dedicado a todos los ciudadanos», provocó una reacción negativa que terminó en actos de vandalismo.
Algunas bancas fueron pintadas de rojo y oro por el equipo de fútbol local, Korona Kielce, y tenían las iniciales «CK» pintadas en ellos. A otros se les quitó el respaldo o fueron vandalizados con eslóganes ofensivos.
Agata Wojda, una concejala de la ciudad de Kielce, publicó fotos de las bancas vandalizadas en Facebook con el texto: «La carrera de los vándalos para destruir las bancas de colores ha estado ocurriendo durante varios días».
«Es aún más chocante que alguien tenga la audacia de levantar la mano en cosas que han surgido como resultado del consenso social”, añadió Agata Wojda.
Además, la concejala dijo: «Estoy muy triste porque me di cuenta de que estamos muy lejos de la madurez cívica, del respeto mutuo y de la comprensión de que la ciudad de Kielce es nuestra causa común. Y ustedes, que no destruyen, sino que lo miran con indiferencia, buscan una excusa para los vándalos y ‘los aplauden’ en los comentarios, no están ayudando en absoluto».
Cabe señalar que, en mayo de 2020, el partido conservador gobernante de Polonia, Ley y Justicia (PiS), introdujo una enmienda al presupuesto participativo en la cual especifica que los proyectos financiados debían ser «compatibles con las normas de convivencia social y neutrales desde el punto de vista ideológico», anulando las iniciativas específicamente favorables a las personas LGBT+.
Anteriormente, el presidente del consejo municipal Kamil Suchański ya había manifestado que las bancas contradicen la enmienda porque no son «neutrales en términos de visión del mundo».
El 2020 ha sido un año difícil para el colectivo LGBT+ de Polonia, con el presidente conservador anti-LGBT+ Andrzej Duda dirigiendo una serie de ataques al colectivo.
Los miembros del Parlamento Europeo se han pronunciado en contra de los ataques hacia la población LGBT+ en Polonia, que incluyen el creciente discurso de odio por parte de funcionarios públicos y electos y de los medios de comunicación públicos, así como ataques y prohibiciones a las marchas del Orgullo.
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