Hijas e hijos del mundo, de todas las identidades, orientaciones y demás.
Me encontraba reposando el rostro para estar fresco como una lechuga, cuando llegó mi hija Daniela Arzaba y decidimos tomarnos un café, es decir, tendríamos una plática exclusiva para mi tía Escandala.
Aquí les dejo parte de esta grandiosa conversación con mi Daniela Arzaba.
Diego Loyola- Mi querida Daniela, un gusto tenerte de visita con mi tía Escandala, siendo una de las activistas más guerreras y defensoras de mis hijas trans del trabajo sexual, pero mis Escandalibers quieren saber, ¿quién es Daniela Arzaba?
Daniela Arzaba- Daniela es una mujer trans muy sensible, que le interesa la población trans y me refiero a que muy sensible, ¿por qué? Yo comencé muy pequeña cuando tenía 11 años de edad con un grupo de 12 mujeres trans de la misma edad todas, vivas quedamos únicamente 4, en el transcurso de los años dedicadas en el trabajo sexual y muchas de ellas fueron asesinadas por lo mismo.
Diego Loyola- ¿Cuál fue el motivo o lo que te impulso para dedicarte al activismo con las mujeres trans dedicadas al trabajo sexual?
Daniela Arzaba- Hace aproximadamente 2 años empecé con mi asociación civil que se llama “La Tercera Cara de La Moneda Trans” para empoderar a las mujeres trans, afortunadamente conocí a Diana Sánchez Barrios y que gracias a ella aprendí a luchar por los derechos de las mujeres trans por lo cual me decidí a crear mi asociación civil. Y es desde ahí que comienza Daniela Arzaba para toda la comunidad trans. Donde logramos en el 2017 que 220 mujeres trans trabajadoras sexuales tuvieran seguro popular y al igual en el 2014 logramos el cambio de identidad de género en CDMX, a lado de PRODIANA.
Diego Loyola- ¿Y cuéntanos porque te dicen “Galleta”?
Daniela Arzaba- Bueno todo el mundo me conoce como galleta, porque galleta es la canija para la población, que saca la cara por todo mundo, como al igual que cierra Tlalpan en la noche para exigirle al gobierno que cumpla con cosas que nos prometen como población trans o trabajadoras sexuales.
Diego Loyola- Ok, ¿y cómo es que decidiste empezar tu transición?
Daniela Arzaba- Yo recuerdo que desde chiquita siempre fue evidente, al grado que en la primaria entraba al baño de niñas a hacer del baño, y aunque me acusaban con mi madre, nunca lo deje de hacer. Yo comienzo mi transición a los 11 años y me toco esa época en la que “Zona Rosa” en verdad era la posadera de punta, tacón y demás. Al igual cuando en el trabajo sexual cobraras lo que querías y ganabas lo que deseabas, mi primera operación fue del busto a los 16 años.
Diego Loyola- ¿Cuál es tu objetivo por visibilizar a la comunidad trans a través de tu activismo?
Daniela Arzaba- Mi objetivo en el activismo muchas veces es luchar hasta con las mismas compañeras, porque no todas van hacia el mismo objetivo, hay muchas compañeras activistas que lucran con las compañeras, que dicen apoyar al sector de trabajo sexual, ya que es el más vulnerable, y la utilizan para sacar un beneficio. Pasa lo mismo con las muertes de compañeras trans.
Diego Loyola- Y cuéntanos por último ¿Cómo fue tu estancia en un centro penitenciario y siendo la primera mujer trans en CDMX pisando el femenil?
Daniela Arzaba- Honestamente si fue algo crucial ya que las mujeres muchas veces me golpearon o ofendían, y al final no podía defenderme por «ene mil» cosas de fuerza y demás. Muchas veces tuve insinuaciones de tener relaciones sexuales y finalmente conocí a un hombre trans, con quien hoy en día somos padres de un pequeño varón que nació en junio de este año. Mi labor en centros penitenciarios como activista lo sigo haciendo porque existe demasiada falta de información sobre los hombres trans en ellos.