De los cinco continentes del globo, África es en donde la comunidad LGBT+ enfrenta los mayores abusos, agresiones y violaciones a sus derechos.
Luis Miguel Romero
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La población sexualmente diversa del Continente Negro se encuentra en un sector especialmente vulnerable y alarmante. De los cinco continentes del globo, África es en donde la comunidad LGBT+ enfrenta los mayores abusos, agresiones y violaciones a sus derechos.
Sudáfrica es el único país del continente en donde la comunidad LGBT+ ha encontrado cierto reconocimiento y respeto de sus derechos humanos; es el único país del continente donde existe el reconocimiento a parejas del mismo sexo.
En otros países del continente la situación es terrible. La homosexualidad está criminalizada por razones políticas, religiosas y sociales.
Vestigios de diversidad sexual en la Historia del continente
En el Antiguo Egipto, se tiene documentada la existencia de Khnumhotep y Niankhkhnum, probablemente la pareja de varones homosexuales más antigua del continente.
Se sabe también de manifestaciones sexo-diversas en Lesotho (donde el lesbianismo es tolerado hasta cierto punto) y entre guerreros del Congo y el África Central.
También se han manifestado expresiones de travestismo en tribus antiguas.
El Islam y la criminalización de la diversidad sexual en el continente
La presencia del Islam en el norte de África complicó la situación dada la intolerancia total de esta religión a la homosexualidad. En Marruecos, Argelia, Libia, Tunicia y Chad (países africanos de influencia musulmana) la homosexualidad se castiga con la pena de muerte.
La situación no cambia mucho al sur del Sahara. Nigeria también la condena con pena de muerte. En países como Camerún, Guinea, Senegal, Sierra Leona, Kenya, Tanzania, Namibia, Zambia y Zimbabue, es ilegal y se persigue con penas que van desde la prisión hasta la tortura.
Además de la situación legal, la homosexualidad también está fuertemente despreciada de manera social. Muchas personas ven a la homosexualidad como una “herencia” o un “vicio” heredados del colonialismo europeo. En otros países no está penalizada siempre y cuando se practique íntimamente, “a puerta cerrada”.
Aquellas personas homosexuales, tanto hombres como mujeres, tiene que pasar por terribles actos de vejaciones e invasiones íntimas en caso de ser “sorprendidos” ejerciendo su sexualidad. Esto incluye terribles “revisiones médicas” absolutamente invasivas, expuestos a golpes y humillaciones por turbas en la calle y a expresiones crueles e inhumanas:
¡Los homosexuales son peores que los cerdos!
¡Ni mi a mi perro le permitiría ser homosexual!
Este tipo de expresiones escuchadas con frecuencia de parte de sociedades sumidas en la total ignorancia. En Ghana, un presidente se refirió a la homosexualidad como “una peste”.
Enfermedades de cuidado
Otra terrible sombra que se cierne sobre la comunidad LGBT+ en África es la epidemia del VIH / SIDA. La mayor parte de personas infectadas con el virus del VIH se encuentran en el África subsahariana. Por desgracia, aún en muchas sociedades y culturas, el VIH y el SIDA siguen siendo ligados con la homosexualidad.
Pero además de la pandemia del VIH / SIDA, en el continente también se encuentran otras peligrosas enfermedades que amenazan a la población. De ellas destacan la malaria, el ébola y el Mpox. Este último, erróneamente también ha sido señalado como «enfermedad de homosexuales» por sectores ignorantes de la sociedad.
¿Hay esperanza para África?
En medio de este panorama desolador la pregunta es: ¿hay esperanza? Por fortuna hay destellos que hacen albergar una posibilidad de un cambio en el continente. Por ejemplo, en Cabo Verde, las personas transformistas y drag han logrado ganar reconocimiento y cierto respeto en la sociedad. En Costa de Marfil, la comunidad homosexual ha formado una especie de guetto donde incluso han desarrollado un peculiar código de comunicación a base de un lenguaje especial. En algunos países como Costa de Marfil, Gabón, la República del Congo, la República Centroafricana y Guinea Ecuatorial, entre otros, la presión de grupos de activistas en favor de los derechos de la comunidad LGBT+ han logrado ciertas reformas políticas para despenalizar la homosexualidad. Ya diez países africanos han firmado la Declaración sobre Orientación Sexual e Identidad de Género de la ONU.
Esperamos por las millones de almas que habitan en este continente, que su situación política, económica y social cambie radicalmente. Pero en especial, esperamos que la luz de la razón y el conocimiento brillen por ese porcentaje de personas del colectivo LGBT+ que viven un infierno en su tierra, solo por el hecho de tener una orientación sexual diferente a la de los demás. La humanidad aún tiene largo camino por recorrer
LECTURA SUGERIDA:
*Marc Serena: “¡Esto no es africano!: De El Cairo a Ciudad del Cabo a través de los amores prohibidos” Editorial Explora (2014).