La activista trans Jessica Martínez fue asesinada en Ambato, Ecuador por negarse a pagar a bandas delincuenciales para poder ejercer el trabajo sexual.
Jéssica Martínez -mujer trans, negra, activista y empobrecida- puso en conocimiento la @PoliciaEcuador las amenazas que ella y sus compañeras estaban recibiendo, pero la institución decidió ignorarla.
Hoy lamentamos su muerte. pic.twitter.com/usEkxUyXZM— La Movida Feminista (@MovidaFeminista) September 5, 2022
“JEssica Martínez (mujer trans, negra, activista y empobrecida) puso en conocimiento la @PoliciaEcuador las amenazas que ella y sus compañeras estaban recibiendo, pero la institución decidió ignorarla. Hoy lamentamos su muerte”, publicó en su Twitter la organización La Movida Feminista
Por su parte, la activista trans, Odalys Cayambe, reveló durante una transmisión en su cuenta de Facebook, que un día antes habló con la víctima para que se integre a una marcha trans, pero se negó por miedo a que la maten. La misma Odalys filtró un audio en el que Jessica describe el estado de pánico en el que se encontraba.
“Tengo mucho miedo por mi vida. La única que pelea, salta y grita soy yo. Las otras sabes que son totalmente calladas. Aquí la que se pelea, soy yo pues, como por mí no han podido cobrarles a las de mi grupo, a las que son socias … La cabeza que ellos piden es la mía”, señaló Jessica.
En el audio también dice que se siente acorralada porque en la Policía hay infiltrados que avisan a los grupos criminales cada paso que ella da. Sin embargo, esta no es una situación única de Ambato, en Guayaquil también se han reportado hechos similares. La Fundación Tacones Rojos junto a la Red Comunitaria Trans del Ecuador denunciaron estos actos criminales en contra de sus compañeras, sin que hasta el momento tengan respuesta de las autoridades.
En un comunicado, describen que a las mujeres trans, que ejercen el trabajo sexual, les están imponiendo el pago de 30 dólares semanales ordenado por «El Coronel» y sus secuaces.
No solo ocurre en Ambato. También está pasando en ciudades como Guayaquil. La @redcomunitariat denuncia que a las trabajadoras sexuales trans les exigen el pago de 30 dólares semanales, es decir, más de 120 dólares al mes), en medio de la total desprotección en las calles. pic.twitter.com/l0DIaPv403
— Karol E. Noroña (@KarolNorona) September 5, 2022
«El trabajo sexual en Ecuador no es un delito. Pero las garantías de las personas trans y cisgénero que la ejercen son nulas. Han estado siempre desprotegidas«, escribió la periodista Karol Noroña en Twitter.