Khalid Salman, embajador del Mundial de Qatar y exfutbolista, declaró que la homosexualidad es un «daño en la mente».
¡Qué horror! Durante una entrevista para la cadena alemana ZDF, Khalid Salman, embajador del Mundial de Qatar y exfutbolista, afirmó que la homosexualidad «es un daño en la mente».
La entrevista, filmada en Doha a menos de dos semanas del inicio del Mundial de Fútbol Qatar 2022, fue inmediatamente interrumpida por un funcionario del comité organizador del Mundial.
Durante la entrevista, Salman declaró que ser gay era «haram», es decir, prohibido según la ley islámica. «Es un daño en la mente», afirmó.
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«Lo más importante es que todo el mundo acepte que vengan aquí. Pero tendrán que aceptar nuestras normas», dijo, y añadió que le preocupa que los niños puedan aprender «algo que no es bueno».
Salman fue un futbolista qatarí en las décadas de 1980 y 1990. Participó en los Juegos Olímpicos de Verano de 1984 en Los Ángeles y fue elegido como uno de los embajadores del país anfitrión del torneo.
Recordemos que la adjudicación del mundial de fútbol a Qatar fue fuertemente criticada debido a la situación de derechos humanos y al trato a los trabajadores extranjeros.
A principios de este mes, el organismo rector del fútbol mundial, y su presidente Gianni Infantino, instaron a las naciones que participarán en el Mundial de 2022 a «centrarse en el fútbol» cuando comience el torneo. ¿Cómo ven, manas?
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Sin embargo, por fortuna, la organización con presencia en múltiples países, Amnistía Internacional, reaccionó y se posicionó al respecto:
«Si Gianni Infantino quiere que el mundo «se centre en el fútbol», hay una solución sencilla: la FIFA podría empezar a abordar por fin los graves problemas de derechos humanos en lugar de esconderlos bajo la alfombra»…»Un primer paso sería comprometerse públicamente a crear un fondo para compensar a los trabajadores migrantes antes de que comience el torneo y garantizar que las personas LGBT no sufren discriminación ni acoso. Es sorprendente que todavía no lo hayan hecho»., dijo Steve Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.