El equipo femenino de natación y buceo de la Universidad de Pensilvania le brindó su «apoyo total a su compañera de equipo Lia Thomas.
¡Manas! Mi Lia Thomas se ha convertido en blanco de la transfobia en medio de un debate nacional sobre la inclusión de las personas trans en el deporte.
Tras sus estelares actuaciones, algunos críticos han afirmado que Thomas tenía una ventaja injusta, y ha habido informes anónimos de que algunos nadadores de Penn estaban molestos por las hazañas de Thomas.
De acuerdo con las supuestas «denuncias anónimas», una nadadora dijo que ella y las compañeras de equipo de Lia Thomas se sintieron «desanimadas» por su actuación pues creían que «no tenían posibilidades de ganar».
Sin embargo, una declaración no firmada de los compañeros de equipo de Thomas, de la que informó en primer lugar ESPN, ha rebatido esta afirmación, afirmando que apoyan y quieren plenamente a la nadadora trans.
«Queremos expresar todo nuestro apoyo a Lia en su transición», dijeron los atletas. «La valoramos como persona, compañera de equipo y amiga»…«Los sentimientos expuestos por un miembro anónimo de nuestro equipo no son representativos de los sentimientos, valores y opiniones de todo el equipo de Penn, compuesto por 39 mujeres con diversos orígenes».
En enero, la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA) abandonó su política general sobre la participación de los atletas trans, y se remitió a los órganos de gobierno nacionales de cada deporte.
La política anterior, de 2010, se basaba en los requisitos hormonales para la participación de estudiantes trans, no binarios y no conformes con el género.
Poco después, Penn Athletics dijo que trabajaría con la NCAA para asegurar que Lia Thomas pudiera participar en los campeonatos de natación y buceo de 2022 en marzo. Pero el cambio en la política de la NCAA significa ahora que la decisión final corresponde a USA Swimming.
USA Swimming actualizó el martes (1 de febrero) su política relativa a la participación de atletas trans en «eventos de élite aprobados».
La nueva política, que entra en vigor inmediatamente, exige que las nadadoras trans mantengan un nivel de testosterona inferior a 5 nanomoles por litro de forma continuada durante al menos 36 meses antes de la competición.
Además, los nadadores trans deben aportar pruebas de que no tienen una ventaja competitiva injusta por el «desarrollo físico previo del atleta como varón», dijo USA Swimming. Estas pruebas serán revisadas por un panel médico independiente de tres personas.
Con información de Cromosoma X