Una imagen de un recién nacido de dos semanas, que logra capturar tanto la lucha dolorosa como la alegría sin límites de concebir un bebé, se ha vuelto viral.
Tomada por la fotógrafa Samantha Packer, con sede en Arizona, la imagen muestra a London O’Neill, envuelta en un pañuelo arcoíris y rodeada por las 1,616 agujas de fertilización in vitro (IVF por sus siglas en inglés) que las madres Patricia y Kimberley O’Neill han usado desde que decidieron tener a su primer hijo juntas, hace cuatro años y medio.
En ese momento, la pareja tuvo que soportar cuatro intentos fallidos y tres abortos involuntarios, angustia que Packer no necesariamente quería evitar, ya que ella deseaba ser sincera con el viaje de O’Neill y concientizar sobre la infertilidad: «Sabía que quería hacer un corazón para simbolizar el amor, a pesar de que estaba usando algo doloroso en su viaje para crearlo. Cuando estaba tomando la foto, todos nos emocionábamos porque sabíamos que creamos algo especial para nosotros, ¡pero no nos dimos cuenta de que todo el mundo pensaría que era especial!», dijo la fotógrafa Samantha.
