Una frase de la popular influencer mexicana Karina Torres, ha sido reconocida oficialmente por esta institución que regula el uso de la Lengua Española en México.
¿Qué tal, mis amores? ¡Mi Karina Torres está demostrando ser «de alto impacto».
Y es que resulta que la Academia Mexicana de la Lengua, ha reconocido el uso oficial del adjetivo «nadaqueveriento», usado por mi comadre con frecuencia.
Según la institución que regula el uso de la Lengua Española en México, se trata de un adjetivo de uso coloquial y popular, que significa «inoportuno, irrelevante, inadecuado, sin relación».
La Academia Mexicana de la Lengua (AML) aseguró que la palabra «queveriento» o «queverienta», es un adjetivo de uso coloquial y popular, de reciente creación, exclusivo de México, y cuya creación está relacionada con la influencer Karina Torres, del grupo “Las Perdidas”, quien utiliza la expresión cotidianamente.
La AML asegura que su uso se difundió y probablemente nació en redes sociales:
“De acuerdo con la cuenta de TikTok de Larousse de Latinoamérica, la locución es equivalente a nada que ver y se refiere a algo ‘fuera de lugar, que no corresponde’”.
En su página web, la Academia reconoció la difusión del adjetivo por Karina:
“Ella es conocida por usar insultos ingeniosos; por ejemplo: ‘¿Cómo te atreves, estúpida, nadaqueverienta, atrevida, igualada, muerde la mano, traga cuando hay, cacha lo que otras tiran, compra amor, miGAJera, atrevida, insolente, mugrosa, pepenadora? ¿Cómo te llegas a atrever?’»
Para acabar pronto manas, la Academia concluye que “nadaqueveriento» es, entonces, «un adjetivo de uso coloquial y popular, que significa ‘inoportuno, irrelevante, inadecuado, sin relación».
Con esto, mi comadre repite un hito solamente logrado por el legendario comediante Mario Moreno «Cantinflas». Y es que, el término «Cantinflear» (hablar mucho, sin decir nada), que empleaba el actor, fue reconocido por la Real Academia de la Lengua Española. ¿Quien quita y «nadaqueverineto» también llegue un día hasta esa importante institución que regula nuestra bella lengua?
¿Y qué tal si un día también otras frases de mi comadre, como «tragacuandohay», «rascacazuelas» o «muerdelamano», lleguen a «oficializarse»? ¡Todo puede ser, mis «nadaqueverientas»!