Grecia ha prohibido las «terapias de conversión», solo que la prohibición no abarcará a personas adultos que «den su consentimiento».
¡Manas! El pasado 10 de mayo, les parlamentarios de Grecia votaron a favor de prohibir las «terapias de conversión» ofrecidas por los proveedores de servicios sanitarios a personas «vulnerables», como los menores de edad y los que reciben asistencia jurídica.
La medida, presentada por el ministro de Sanidad, Thanos Plevris, impide invitar, promover o publicitar la «terapia de conversión». Un funcionario del gobierno que los asesores y los profesionales médicos se enfrentarán a multas o a penas de cárcel por infringir la ley, a menos que obtengan el «consentimiento» de un adulto.
«Hemos permitido la terapia de conversión entre adultos si hay un consentimiento específico», declaró Alex Patelis.
Además, confirmó que los «profesionales» que traten de cambiar o suprimir la orientación sexual y la identidad de género de los menores se enfrentarán a cargos penales. Patelis dijo que el gobierno está definiendo a esos «profesionales» como aquellos que «reciben una compensación monetaria por sus servicios».
A OLKE, un grupo LGBTQ+ de Atenas, le preocupa que esta estrecha definición pueda eximir a las formas religiosas de la práctica, como el exorcismo, y dejar a miles de juventudes LGBT+ vulnerables ante los abusos.
«Los ‘profesionales’ en Grecia pueden ser sacerdotes, grupos religiosos o grupos de estilo de vida alternativo que aplican todo tipo de terapias de conversión y que quedan fuera de la nueva ley»…»Estas personas o grupos quedarán impunes aplicando sus prácticas dañinas porque no se mencionan explícitamente en la ley y nunca se enfrentarán a cargos penales», declaró olke.
La preocupación por la prohibición griega no termina ahí. OLKE dijo que ya es habitual que los proveedores de «terapia de conversión» no anuncien sus servicios. Sin embargo, los que buscan o son «chantajeados» para recibir el tratamiento se encuentran a menudo con tarifas elevadas.
«Grecia perdió otra oportunidad de mostrar una cara democrática y respetar a sus ciudadanes LGBTQ+, como hacen otros países europeos», añadió OLKE.
La terapia de conversión abarca toda la gama, desde los tratamientos de electroshock y la oración hasta la homeopatía. Tanto los expertos médicos como los grupos de derechos humanos coinciden en que equivale a una tortura y, sobre todo, no funciona.