Jan y Mónica se casaron en 1993, de acuerdo con una publicación del diario «Het Niewsblad». Cuando ella decidió mudarse a Bélgica con él, los tribunales pusieron en duda la autenticidad de sus documentos, pero no fue suficiente evidencia para que el hombre sospechara de ella y aún así le pidió que se casara con él.
Ambos decidieron no tener hijos, debido a que Jan ya tenía dos de un matrimonio anterior. Hasta en ese entonces, no habían señales sospechosas, pero las dudas iniciaron cuando ella comenzó a usar ropa demasiado llamativa, faldas cortas y blusas pequeñas.
Jan declaró: «Pensé que era una mujer. No tenía rasgos masculinos (…) Incluso durante el sexo, nunca me di cuenta de nada».
Sin embargo, ella le confesó sobre la cirugía a la que se sometió luego de que sus hijos comprobaran que acudía a centros nocturnos donde se rumoreaba que ella, en realidad, había nacido siendo hombre.