Autoridades actúan ante el terrible crimen de Sam Nordquist, quien fue torturado y asesinado por cinco criminales.
Autoridades investigan el terrible crimen de Sam Nordquist, un hombre trans de 24 años de edad, que fue asesinado tras ser torturado durante un mes.
De acuerdo con las autoridades de Nueva York, Sam fue sometido durante un mes a “abusos prolongados físicos y psicológicos a manos de varios individuos”.
Sam Nordquist, era originario de Minesota. El joven llegó a Nueva York el pasado diciembre. Al no tener noticias sobre él, su familia lo reportó como desaparecido. Fue el pasado jueves cuando la policía halló sus restos en un prado, en el condado de Yates, al norte de Nueva York.
La capitana de la policía local, Kelly Swift, anunció el pasado viernes el arresto de cinco sospechosos del crimen .
“A Sam lo sometieron a repetidos actos de violencia y tortura de una manera que llevó a su muerte, y su cuerpo después fue movido en un intento de esconder el delito”.
De acuerdo con Swift, se trata de “uno de los crímenes más horripilantes” que ha investigado en sus 20 años de carrera policial. La Policía no descarta que se trate de un crimen de odio.
Los cinco sospechosos fueron identificados como Precious Arzuaga, Jennifer A. Quijano, Kyle Sage, Patrick A. Goodwin y Emily Motyka.
Las autoridades han compartido con los medios que, cuando iniciaron la búsqueda de Nordquist, descubrieron que lo habían visto en el hotel Patty’s Lodge, en Nueva York, en una habitación alquilada a nombre de uno de los cinco sospechosos del asesinato.
Se cree que en ese lugar fue sometido a “abusos físicos constantes” entre diciembre de 2024 e inicios de febrero.
La gobernadora Kathy Hochul ordenó este domingo a la Policía que dé todo su apoyo y recursos a la Fiscalía en este caso:
“Los cargos contra estas personas son repugnantes y todos los neoyorquinos deberían unirse para condenar este acto horrible. Estamos rezando por la familia, la comunidad y los seres queridos de Sam Nordquist, que están experimentando un dolor inimaginable”.
Hochul ordenó además que la Unidad de Prevención del Odio y los Sesgos de la División de Derechos Humanos ofrezca asistencia y apoyo a todos los miembros de la comunidad afectados.