El Vaticano, en alcance al documento ‘Fiducia supplicans’, señala que las bendiciones no son un «visto bueno», algo que es inmoral y pide que las bendiciones de otorgarse duren «pocos segundos» y sean en privado, sin ningún tipo de ritual.

En una declaración firmada por el cardenal prefecto y el secretario, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, El Vaticano, aclaró que la ‘Fiducia suplicans’ no cambia la doctrina sobre el matrimonio y que las bendiciones pastorales no son comparables a las bendiciones litúrgicas y ritualizadas.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, señala que las bendiciones a las parejas del mismo sexo, a las personas divorciadas y vueltos a casar y a las parejas que conviven sin haber pasado por el altar, aprobadas por el Papa el pasado 18 de diciembre del 2024, no suponen un «visto bueno» a estas formas de vida y ha pedido que sean breves, es decir, que duren como máximo «10 ó 15 segundos» y que se realicen sin ningún tipo de ritual.

Así lo indica el Dicasterio en un comunicado publicado en alcance para ayudar a clarificar el documento ‘Fiducia supplicans’, que permite estas bendiciones, ante las reacciones que ha suscitado en algunas conferencias episcopales.

«Las comprensibles manifestaciones de algunas Conferencias Episcopales sobre el documento Fiducia Supplicans tienen el valor de evidenciar la necesidad de un tiempo más prolongado de reflexión pastoral. Lo que han expresado esas Conferencias Episcopales no puede interpretarse como una oposición doctrinal, porque el documento es claro y clásico sobre el matrimonio y la sexualidad»

Las bendiciones a parejas del mismo sexo , no pueden considerarse heréticas, contrarias a la Tradición de la Iglesia o blasfemas», señala el documento

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, señala que la declaración aprobada en diciembre del 2024, por el Papa Francisco no cambia la «doctrina sobre el matrimonio» y que son los obispos los que pueden discernir, «su aplicación según el contexto».

Parejas del mismo sexo NO son moralmente aceptables. Las bendiciones serán sin rituales y tienen que ser rápidas.

Las bendiciones «no aprueban ni justifican la situación en que se encuentran esas personas».

«Esta forma de bendición no ritualizada, con la simplicidad y brevedad de su forma, no pretende justificar algo que no es moralmente aceptable. Evidentemente, no es un casamiento, pero ni siquiera es un ‘visto bueno’ ni una ratificación de nada. Es solo la respuesta de un pastor a dos personas que piden la ayuda de Dios. Por eso en ese caso el pastor no pide condiciones ni quiere conocer la vida íntima de esos sujetos», señala el prefecto del dicasterio, Víctor Manuel Fernández.

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, recomienda «la lectura completa y reposada de la declaración para comprender mejor el sentido de su propuesta».

El documento sugiere que el sacerdote puede decir una simple oración tipo: ‘Señor, mira a estos hijos tuyos, concédeles salud, trabajo, paz, ayuda mutua. Libéralos de todo lo que contradice tu Evangelio y concédeles vivir según tu voluntad. Amén’, finalizando con el signo de la cruz sobre cada uno de los dos», propone.

El prefecto de Doctrina de la Fe puntualiza que las bendiciones tienen que ser breves, es decir, de una duración máxima de «10 ó 15 segundos».

Los sacerdotes de ninguna manera «están autorizados a proponer o habilitar bendiciones que puedan asemejarse a un rito litúrgico». Cada sacerdote podrá discernir si darlas o no y podrá realizar las bendiciones solo en privado. Nada de esto resulta problemático si se expresa en un marco de respeto hacia un texto firmado y aprobado por el mismo Sumo Pontífice.