¡Jin Xing es el ícono trans que se encuentra rompiendo esquemas en China!
¡Manas! Mi Jin Xing nació en 1967 en Shenyang. A los 9 años, ingresó en el «Ejército Popular de Liberación» porque contiene la mejor academia de danza del país. Cuando tenía 17 años ganó el campeonato nacional de danza y a los 19 se fue a Nueva York con una beca. Tuvo tanto éxito que el Ejército chino le hizo coronel, aunque no estuviese enrolado. Los años en el extranjero (primero en Nueva York y después en Roma y Bruselas) le valieron para investigar y prepararse para su transición.
“Desde los seis años supe que era mujer”. Aunque admite que hubiera sido más fácil operar en Estados Unidos o Europa, quiso hacerlo en su país: “Quería estar cerca de mi madre, porque la primera vida que me dio fue en China. Por eso, mi renacer tenía que ser allí”, declaró Jin.
Su fama sobrepasa todas las fronteras, ya ha sido llamada como «la Oprah de China». Es bailarina, coreógrafa, presentadora, jueza de realities, empresaria y actriz. Además, la marca de talla mundial, Dior, la ha elegido para ser la cara de su campaña #DiorStandWithWomen, campaña que comparte créditos con Charlize Theron, Cara Delevigne y Natalie Portman. Durante su vídeo de promoción, señaló que en una mujer la característica más importante debe ser la independencia.
“Si la gente presta atención a mi trabajo por lo que soy, está bien. Si se cuestiona cuál es su condición sexual por mí, también”. Jin Xing abrió la conversación sobre la transexualidad en China a mediados de los 90 y es, aún, una de las figuras trans más importantes.
En 1995, Jin Xing fue la primera persona en someterse a un cambio de sexo, hacerlo público y recibir la aprobación del Gobierno. “No soy la primera que cambia de sexo en China, pero sí la única que habla de ello abiertamente”.
Debido al éxito que tuvo hasta 2017 (una audiencia que superó los 100 millones de espectadores semanalmente), Jin Xing volverá a la pantalla con el estreno de The Jinxing Show 2022. “El programa de entrevistas más atrevido de la televisión, en el que se lanzan verdades como dardos para sorprender al público”.
No obstante, tendrá que lidiar con el gobierno de China, quien aprobó una serie de políticas que instan a boicotear a las estrellas “inmorales”, el “entretenimiento excesivo” o los “hombres amanerados” que no siguen “los estándares de belleza correctos”. Además, no se pueden incluir programas donde aparezcan celebridades que hayan ganado dinero en las redes, en programas de cotilleos o, que hayan propagado mensajes “vulgares” u opuestos a la política del Partido.