Bajo el eslogan de «Orgullo en Prisión» se llevó a cabo una simbólica Marcha del orgullo LGBT+ en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Dentro del marco del Mes del Orgullo LGBT+, la organización Reinserta, ha unido esfuerzos con la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, INSADE, Círculo Diverso y otros activistas LGBT+.
En conjunto, realizaron una simbólica Marcha del Orgullo LGBT+ dentro del Reclusorio Preventivo Norte de la Ciudad de México este pasado 11 de junio.
Y es que, dentro de la sociedad en general y dentro de nuestra comunidad LGBT+ en particular manas, existe una población muy invisibilizada: las personas LGBT+ privadas de su libertad.
Visibilizar y respetar sus derechos no solo es una cuestión de justicia social, sino también una cuestión de humanidad.
Independientemente de las condenas que las personas purguen en prisión, todos merecen ser tratados con dignidad y respeto.
Esto incluye también el reconocimiento y la protección de sus derechos fundamentales.
Y es que la comunidad LGBT+, además de la violencia cotidiana que enfrenta en todos los ámbitos sociales, también enfrenta una violencia institucional, y esto incluye a los centros penitenciarios.
La comunidad LGBT+ privada de su libertad también forma parte de nuestra historia
La relación entre el colectivo LGBT+ y la prisión se relacionan y conectan desde diferentes ángulos. Víctimas y victimarios por igual.
El Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT+ registró casi 80 casos de homicidios en los dos últimos años.
Para el 2021, ya cuenta con 35 registros, lo que resulta por demás alarmante.
Por otra parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó en su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria de 2021, unos datos contundentes.
La población de personas privadas de la libertad (PPL) que forma parte de la comunidad LGBT+ es de 2,026 individuos. Esto representa el 1.2% del total de la población carcelaria.
Es importante instar a todos los sectores de la sociedad, a los gobiernos, las instituciones educativas, las empresas y la sociedad civil, a unirse en este esfuerzo común por promover la igualdad y la diversidad en todos los medios.
La población LGBT+ en prisión también existe y también merece ser respetada, reconocida y escuchada, independientemente de las cuentas que tengan que reunir ante la sociedad y ante la ley.
Es importante que este tipo de eventos como esta Marcha simbólica se realicen y se visibilicen.
Ellxs también forman parte de nuestra comunidad LGBT+ y también tienen sus propias historias que contar en este camino en común por la dignificación, respeto y progreso de la comunidad LGBT+.
