La actriz y activista mexicana Yalitza Aparicio vuelve a estar en el centro de atención. Resulta que en esta semana, Aparicio se viralizó en redes sociales al circular una foto donde aparece con el pelo rubio.
En la fotografía, la actriz mexicana, de origen indígena oaxaqueño, aparece no solo con una blonda cabellera, sino que también aparece luciendo un tono de piel más claro.
Horas después de que la imagen se viralizara, se reveló que se trataba de una imagen generada, aparentemente, con IA, tomando como base una original en la que la actriz posa en la alfombra roja de los Premios Platino junto al actor Manu Ríos.
Lo increíble de todo esto es la ola de comentarios racistas, clasistas, groseros y burlones que ello generó. Muchos usuarios de redes sociales expresaron que la actriz traicionaba lo que ella misma ha defendido a capa y espada, que es representar a los pueblos indígenas mexicanos a nivel mundial:
“Está traicionando el estandarte que dice representar”
“¿Qué no estaba orgullosa de sus raíces indígenas?”
Pero lo peor es que, como suele suceder, los comentarios agresivos, burlones, groseros, racistas y crueles no se hicieron esperar:
“Aunque la mona se vista de seda”
“El color cartón no se quita”
“La gentrificación se apoderó de Yalitza Aparicio”
Por fortuna, aún hay gente empática y con dos neuronas vivas que, sin que se aclarara aún que se trataba de una foto fake, defendieron a la actriz diciendo que puede vestirse y teñirse el pelo como le venga en gana.
Horas después, en las mismas redes sociales se aclaró que la foto era un montaje. ¡Y Yalitza, sin comerlo ni beberlo, tuvo que soportar menciones y etiquetas a su cuenta de X por algo que era más falso que una moneda de 30 pesos! Y ya ni decir de las agresiones más cutres de las que fue objeto nuevamente.
Lo terrible de esto es que no hemos entendido nada. Ya hace algunos años, en 2018, Yalitza fue objeto de burlas y críticas terribles luego de saltar a la fama internacional al protagonizar la cinta “Roma”, del cineasta Alfonso Cuarón.
Pues parece ser que el tiempo no nos enseñó nada. El color de piel y el origen étnico aún siguen siendo motivo de críticas, menosprecio y escrutinio. Y obviamente el anonimato de las redes sociales da carta abierta a que la gente saque a relucir lo peor de sí.