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Piden cancelar a Pepe Le Pew y Speedy Gonzales

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Piden cancelar a Pepe Le Pew y Speedy Gonzales

Manas, estos útlimos días, se ha armado toda una polémica debido a la solicitud de Charles Blow, columnista del New York Times (NYT), quien pidió cancelar a Pepe Le Pew y Speedy Gonzales, dos de los dibujos animados de los famosos Looney Tunes, bajo el argumento de fomentar la cultura de la violación y el racismo.

En la columna, que lleva por título “Six Seuss books bore a bias”, Charles Blow indicó que el racismo debe ser exorcizado de la cultura, especialmente, de la infantil, y celebró la salida de circulación de personajes como el famoso verde navideño Grinch, El Lorax y El gato en el sombrero, por considerarlos racistas.

El columnista del afamado medio neoyorkino explicó que algunas caricaturas, cuando él era niño, promovían estereotipos hacia grupos sociales, lo que también incluía algunos juguetes. Recordó particularmente a Pepe Le Pew como uno de estos casos donde se normalizaba la cultura de la violación, y a Speedy Gonzales, que popularizó un determinado estereotipo negativo de los mexicanos.

Charles Blow publicó en su cuenta de Twitter algunos ejemplos del porqué había escrito lo anterior con relación a la conducta que muestra el afamado zorrillo francés.

“Los blogs de RW están locos porque dije que Pepe Le Pew se sumaba a la cultura de la violación. Veamos”.

Agarra / besa a una chica / extraño, repetidamente, sin consentimiento y en contra de su voluntad.
Ella lucha poderosamente para alejarse de él, pero él no la liberará.
Cierra una puerta para evitar que ella se escape.

Con esta ejemplificación, el columnista del NYT explica que la palabra “NO” dejó de tener el sentido que realmente tenía, además de restarle importancia a las objeciones de una mujer al contacto físico, haciendo parecer que es “divertido” y que, además, en dicha caricatura la gata que puede representar a una mujer ni siquiera tiene la capacidad de hablar.

“Esto ayudó a enseñar a los niños que “no” no significaba realmente no, que era parte del “juego”, la línea de partida de una lucha por el poder. Enseñó que superar las extenuantes, incluso las objeciones físicas de una mujer, era normal, adorable, divertido. Ni siquiera le dieron a la mujer la capacidad de hablar”.