Viniendo de la Iglesia Católica, en realidad no hay mucho que nos sorprenda hijxs. El Papa Francisco, utiliza un término incorrecto y ofensivo para dirigirse al colectivo gay y las críticas le llueven.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica congregó en una reunión a puerta cerrada a obispos italianos en donde, según medios italianos, se debatió sobre el que no se debe permitir que los homosexuales se conviertan en sacerdotes (¿habrá alguien de la comunidad gay que lo desee hijxs?).
Según «La Repubblica» y «Corriere della Sera», los diarios italianos de mayor difusión, el Papa dijo que los seminarios ya están demasiado llenos de «frociaggine», un término vulgar italiano que significa “mariconería”.
Aquí vale la pena destacar algunos puntos hijxs. El primero, sorprenden estas declaraciones luego de que Francisco había mostrado una postura menos rígida contra la comunidad LGBT+ a comparación de sus predecesores.
Segundo punto: es evidente que el llamado «Santo Padre» necesita unas buenas clases y actualización para saber que algunos términos que antes quizá eran considerados «normales», hoy en día son reprobados por considerarse que incitan al odio.
Y tercero hijxs. ¡Que sorpresa que el Sumo Pontífice descubrió que hay mucha «mariconería» en la iglesia! ¡Nadie nos habíamos dado cuenta! ¡Descubrió el «hilo negro»! (Tomen nota de mi sarcasmo mis cielas).
Fíjense lo curioso que resulta este tema hijxs. En un documento de 2005, El Vaticano dijo que la Iglesia podía admitir en el sacerdocio a «aquellos que hubieran superado claramente las tendencias homosexuales durante al menos tres años».
¡Con razón luego de que algunos padrecitos que se ordenaban, le daban «vuelo a la hilacha» de lo lindo con sus «tendencias homosexuales»! ¡Ya se habían aguantado tres años! Las habrán «superado» según ellos, porque les juro manas que no se quitan.
Por lo pronto manas, habrá que esperar a que el Papa o su oficina de medios muestren su postura al respecto ante este oso que hizo el pontífice.
Y yo me pregunto mis cielas: ¿Por qué les sigue «picando» tanto lo que hagamos con nuestras cuerpas? ¿No debería la iglesia ocuparse más de otros asuntos y menos de nuestros genitales? Pregunta seria.
