Hijas e hijos del mundaaaaaaaa les tengo una exclusiva que la verdura en el caldo es de aplaudirse!
Mi hija Robina Asti fue pilota en la segunda guerra mundial y es que lo impactante es que a los 45 años asumió su identidad de mujer.
Por el Covid19 que está haciendo que cuelguen la chancla principalmente a los adultos mayores, mi hija Robina que tiene actualmente 99 años, decidió ponerse a trabajar duro para recaudar dinero con el objetivo de cumplir los más grandes sueños de otros ancianos que forman parte de nuestra comunidad LGBTTTIQ en Estados Unidos.
¡El pasado 7 de abril mi hija cumplió 99 años! ¡Dios mío! Y tuvo la iniciativa de crear la fundación “Grant Wishes” para ayudar a que más miembros de la comunidad LGBTTTIQ que sean de la tercera edad se sientan visibles y puedan cumplir sus grandes sueños, al mismo tiempo que pueda dar refugio a jóvenes queer que desgraciadamente sufran violencia o marginación por su identidad u orientación sexual.
¡La misión de mi hija Robina se logró recaudar más de un millón de dólares!
Y es que mi hija es un ejemplo de vida trans ya que, en su juventud, antes de hacer su transición peleo como piloto en la Segunda Guerra Mundial. Hasta los 45 años de edad pudo hacer su cambio de identidad y encontró al amor de su vida Norwood Patton quien falleció en el 2012 y desgraciadamente las leyes de estados unidos no querían darle la seguridad social que le tocaba por ser viuda ya que no la reconocían como mujer. Pero gano la batalla manas.
En 2019 mi hija hizo un récord histórico de Guinness como instructora y piloto de vuelo más certificada y activa de salto con paracaídas.