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Rostros LGBT+: Chavela Vargas

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Nadie puede ignorar su legado y menos aún, su influencia e impacto dentro del género de la música folclórica mexicana. Se trata de la mítica Chamana: la cantante Chavela Vargas.

Luis Miguel Romero
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Sin duda, uno de los íconos incuestionables de la música folclórica mexicana y de la sub-cultura LGBT+ dentro y fuera del país. Mujer de enorme sensibilidad, temperamento, carisma y un estilo único e inconfundible. Estamos hablando de Chavela Vargas. Conozcamos un poco más sobre la vida y obra de la mítica «Chamana».

«Los mexicanos nacemos donde se nos da nuestra ching#da gana»

Isabel Vargas Lizano nació el 17 de abril de 1917 en Heredia, Costa Rica. Para aquellos que quizá lo ignoren, Chavela no nació en tierras aztecas, pero como ella misma lo exclamaba:

“Los mexicanos nacemos donde se nos da nuestra ching@da gana”.

En su infancia padeció de poliomielitis, además de sufrir la indiferencia y abandono de parte de sus padres, criándose con unos tíos.

A Chavela siempre le gustó cantar. Como en su país no encontraba oportunidades, emigró a México con tan solo 17 años de edad. Hablar de datos y fechas exactas en la vida de Chavela, es una tarea un tanto imposible. Ella misma cambiaba fechas y agregaba o quitaba detalles de su vida según la entrevista o según su estado de ánimo.

Pero un hecho que sí es incuestionable, es su célebre amistad con el gran cantautor mexicano José Alfredo Jiménez. Vargas y Jiménez tuvieron una amistad entrañable y fueron compañeros de parranda y andanzas durante muchos años. Se cuenta que cuando José Alfredo murió, Chavela llegó a su funeral ebria, cantando y llorando. Cuando intentaron sacarla del velatorio, la viuda de Jiménez exclamó:

“Déjenla, que está sufriendo tanto como yo”.

 

«Ponme la mano aquí Macorina…»

La popularidad de Vargas creció en la década de los 1950s. En esa década actuó en Acapulco, en el Champagne Room y en el restaurante La Perla.

El estilo musical de Chavela Vargas era muy distinto al de las otras cantantes folclóricas mexicanas. Y es que Chavela más que cantar, gozaba y sufría las canciones. En sus interpretaciones las notas y los tonos pasaban a segundo término. Chavela hacía suyas las canciones y las llenaba de un sentimiento tan profundo, que conmovía a cualquiera.

Sobre esto cabe citar la frase que la actriz francesa Jeanne Moreau dijo al cineasta español Pedro Almodóvar al presenciar el recital de Chavela en la sala L’Olympia de París en los 1990s:

“No hace falta que me traduzcas lo que canta, porque la entiendo perfectamente”.

Y es que ese estilo desgarrador de Chavela para interpretar las canciones podía gustar o no, pero nunca pasaba desapercibido.

Pero a pesar de su éxito relativo, Chavela estuvo un tanto marginada del ambiente artístico mexicano. De hecho, su primera grabación musical formal se realizó hasta inicios de los 1960s.

De la juventud de Chavela solo existen unos cuantos discos grabados. Tal vez a ello contribuyera su orientación lésbica. Chavela vestía como hombre, se comportaba como hombre, se emborrachaba como tal y nunca cambiaba el género en las canciones. Ella siempre le cantó a la mujer. De hecho, tal vez Chavela fue la primera mujer que le cantó canciones de amor a otra mujer en la historia registrada.

En una ocasión, para presentarse en un centro nocturno, la obligaron a ponerse vestido, zapatillas y a maquillarse. Apenas pisó el escenario, se tropezó con las zapatillas,  por lo que se marchó a su camerino y se cambió, apareciendo en escena con su tradicional poncho y sus huaraches.

En los años 1960s sus apariciones se limitan a programas de televisión musicales, presentaciones en el Teatro Blanquita o el centro nocturno Terrazza Casino. También actuó en la película “La soldadera” (José Bolaños, 1966), protagonizada por Silvia Pinal.

«El boulevard de los sueños rotos»

El alcoholismo y la soledad, que casi siempre van de la mano, terminaron por llevar a Chavela al “boulevard de los sueños rotos” (que era el nombre de una cantina que Chavela frecuentaba en su retiro y que luego inspiró al cantautor Joaquín Sabina en el tema musical homónimo que le dedicó).

Durante veinte años no se supo nada de ella. Muchos incluso creyeron que había muerto. Chavela afirmó que una familia indígena de Tepoztlán la alojó en su peor momento y le regresó la salud.

Pero a principios de los 1990s, Chavela resurge del anonimato y es invitada a actuar en el bar El Hábito de Coyoacán. Es allí donde un empresario español la convence de dar un recital en su país.

Allí la descubre Pedro Almodóvar y la magia resurge. Chavela regresa como el Ave Fénix. Y no solo México, sino también España, Francia y otros países más, vuelven a rendirse ante La Chamana. La sala L’Olympia de París le abre sus puertas, así como también el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México (que para ella era el escenario más importante del mundo). Con más de 80 años se presenta también en el  Carnegie Hall de Nueva York.

«La Chamana»

Chavela resurge no como una reliquia o curiosidad del pasado, sino que se convierte en un símbolo, en un icono. En ella se aprecia la revaloración y el respeto por la música mexicana. Pero Chavela también es además tomada como un símbolo y estandarte de la homosexualidad femenina, una guerrera más en el triunfo de la igualdad y el respeto del colectivo LGBT+.

Y si en el pasado tuvo a José Alfredo, Álvaro Carrillo, Agustín Lara, Pablo Neruda, Pablo Picasso, Federico García Lorca, Gabriel García Márquez o Frida Kahlo rindiéndole tributo, ahora una nueva generación de figuras como Sabina, Almodóvar, Miguel Bosé, Joan Manuel Serrat o Luz Casal, le rindieron pleitesía.

En su vida amorosa, se le relaciona siempre con Frida Kahlo (de quién fue huésped distinguida en la Casa Azul de Coyoacán en los años 1950s), pero Vargas afirmó haber estado enamorada de la coleccionista de arte Dolores Olmedo y que amaneció en la cama con Ava Gardner en una de las bodas de Elizabeth Taylor en Acapulco.

Se le relacionó también con la modelo y actriz guatemalteca Arabella Arbenz. Arbenz era cortejada por Emilio Azcárraga Milmo, presidente de la cadena Televisa, y se dice que gracias a esta situación, Chavela fue vetada de dicha televisora.

Famosa y polémica también fue su relación con la actriz Noelia Noel. De acuerdo al testimonio de la actriz Carmen Salinas, en una brutal pelea, Noelia envió a Chavela al hospital y le cortó su larga trenza.

«Las amarguras volverán a ser amargas»

Aunque La Chamana no quería morir en domingo (no quería ser imprudente con la gente), la muerte la sorprendió justamente el domingo 12 de agosto de 2012. Su muerte se anunció en su cuenta de Twitter con las siguientes palabras:

“Silencio, silencio: las amarguras volverán a ser amargas… Se ha ido la Gran Dama Chavela Vargas”.

En agosto de 2018, se estrenó Chavela”, un documental que retrata la vida y obra de la mítica Chamana. El documental, dirigido por Catherine Gund y Daresha Kyl, toma como base una entrevista inédita realizada a Vargas hace más de veinte años. El documental fue estrenado en la popular plataforma streaming de la letra «N».

Mujeres como Chavela Vargas son las que cimentaron el camino para la verdadera liberación de la mujer en México. Mujeres valientes, que se enfrentaron a los convencionalismos sociales de su época con todas sus consecuencias.

LECTURA SUGERIDA:

*Chavela Vargas / José Calles Vales: “Y si quieren saber de mi pasado” (2002), Editorial Aguilar.