Inicio ¡Wow! Subiendo 8 Everests, una historia de superación trans Parte Final

Subiendo 8 Everests, una historia de superación trans Parte Final

744

En ese periodo, había avanzado muchísimo en mi camino de conciencia y había terminado mi primer libro: “Mis Noches Con La Abuela”. Otra vez tendría que echar mano de todo lo aprendido para darle sentido a la situación, sacar las lecciones y componer mi vida. Son los momentos en los que te rompes por completo cuando te puedes rehacer en algo mejor. Posiblemente parecía loquita, pero al llorar hasta sentir que me estaba ahogando, en mi trip con la muñeca fea, me empecé a reír. Entendía que estaba ante mi mayor prueba de vida, “la noche oscura del alma”, y por lo tanto, ante las mejores lecciones por venir.

Me metí como nunca en la meditación para encontrar las grandes respuestas y aplacar los ataques de pánico en las noches, el síndrome de stress post-traumàtico por los malos tratos que recibí y el terror de acabar en la calle. Tres hermosos perritos rescatados durante mi relación (pensando que sería para siempre) me acompañan y ahora me están rescatando ellos a mí, con su cariño. Darles siempre un techo y comida es mi mayor preocupación.

Ahora llegó el covid y no sé verdaderamente que va a pasar. Las puertas de las empresas siguen cerradas y te das cuenta de que, si no te matan en la calle, la sociedad si te está matando lentamente, asfixiándote, cerrándote toda posibilidad de lo que debería ser un derecho para todos: poder ganarte el sustento con tu esfuerzo. Lo digo así, porque nunca ha sido mi estilo adornar nada. Nos niegan el derecho a existir.

Dicho todo esto, he encontrado la manera de llegar, en medio de la tormenta, a momentos indescriptibles de paz y conexión con el universo. Entendiendo que las respuestas están en nuestro interior, tuve la suerte de encontrar en esta búsqueda las respuestas más fundamentales acerca de quién soy, de darle sentido al dolor, transmutándolo en energía para ayudar a los demás, comunicando por medio de mis escritos y videos un mensaje de esperanza y herramientas prácticas para la vida. Aun cuando estamos solos, nunca lo estamos del todo. Nuestro principal amor, el propio, es capaz de construir caminos donde no los hay, de sembrar esperanza en los corazones de las personas y quizá, solo quizá, dejar este mundo un poquito (o un mucho) mejor de lo que lo encontramos.

Creo, que la gente trans recibe una prueba tan grande, más que 8 Everests, porque tiene la grandeza y la fuerza para lograrlo. Eso, se tiene que cultivar, igual que te preparas para escalar el Everest. Creo, que la gente trans es punta de lanza en un cambio que necesita el mundo, para dejar atrás el binario y entrar de lleno en la diversidad. Somos mensajes vivientes, lecciones vivientes, y tenemos la responsabilidad de transmitir con impecabilidad. ¡Rómpanle el estereotipo a la sociedad! ¡con fuerza, con valentía, con su mejor versión! Tenemos que ser ejemplo para cambiar las cosas. Quisiera ver pronto a muchas personas trans ocupando posiciones importantes y cambiando al mundo.

Mi más sincera admiración para quien enfrente este reto y para las personas que son aliadas. Si en algo puedo cooperar para hacer sus caminos más llevaderos, cuenten conmigo y hagamos juntos el esfuerzo por todos los que vienen atrás.

Los quiere, Juliette