Fue en un retiro de yoga y meditación en Sayulita. Campanitas tibetanas nos despertaban antes del amanecer y caminábamos por la selva en silencio total hasta un salón en la cima de la montaña, donde recibíamos al sol cantando Lokah Samastah Sukhino Bhavantu, que significa «Que todos los seres en todas partes sean felices y libres, y que los pensamientos, palabras y acciones de mi propia vida contribuyan de alguna manera a esa felicidad y a esa libertad para todos«. Y así iba a ser. Mientras empezábamos a hacer yoga, podías notar a cada especie animal levantarse con la salida del sol, con sus particulares cantos. Cuando hacíamos respiración Bhramari, la respiración de la abeja, llegaban los abejorros zumbando.
En ese paraíso, en ese tiempo Sagrado que me dediqué con todo mi amor al saber lo que venía, comenzó mi transición. Espontáneamente, decidí abrirle mi corazón a las 30 almas iluminadas que me acompañaban, que eran extraños hacía solo una semana, y les escribí un cuentito contándoles que el niño que veían ahí trabajando a su niño interior (el tema del retiro) era en realidad una niña. Que no llevé el muñeco que me pidieron para las dinámicas, porque yo quería llevar una muñeca, pero no me atreví. Así, trabajaba en silencio a través de la muñeca de alguien más, una cheerleader güerita como yo. Había hecho 30 amigos nuevos que me acogieron amorosamente y hasta me regalaron la muñeca.
Cómo ya les platiqué, la transexualidad y mi búsqueda de un mundo mágico siempre fueron procesos paralelos, se podría decir que eran los principales pilares en mi vida. No es casualidad sino causalidad, el que al comenzar mi transición encontrara esa magia que estaba buscando. Verás, al universo le encanta el valor y lo premia. Cuando te sinceras y reconoces a tu verdadero y hermoso yo dejándolo salir ¿cómo no te va a premiar el universo? Mira, sinceramente el proceso de una transición es muy duro, pero tú puedes acompañarlo de verdadera magia. Tu transición es quizá el proceso más Sagrado que vas a tener en tu vida. Es tu mundo, tú pones tus condiciones ¡así que utiliza toda tu creatividad y hazlo hermoso!
Si te das cuenta, en una transición o en cualquier camino de evolución de la conciencia, se trata de deshacernos de lo que no somos, más que de ir adquiriendo algo. Le llamamos a esto “Pelar la cebolla”, quitarle capas y capas de todo lo que no somos, lo que estorba, los apegos, hasta llegar a ese centro de la cebolla que somos nosotros y ver lo más puro y reluciente. Para entender quien soy, tuve que entender primero quien no era, e incluso vivir como él por tantos años. Se le llama también “El Camino Negativo”.
Verás, fue muy duro, dolió mucho ir perdiendo tantas cosas, amigos, familia, trabajo, pareja. Pero hay que ser capaz de salirte de ti y ver todo desde arriba, en medio del dolor, y entender que lo único que se pierde es lo no verdadero. El amigo falso, la familia que no te amaba por encima del qué dirán, el trabajo en una empresa que discrimina, todo se va. Voy a decirte algo tan importante que por favor grábatelo bien: Nada verdadero está en riesgo. Esta frase puede salvarte la vida, hazlo tu mantra.
Hay muchas cosas que no podemos controlar, pero te prometo que hay mucho que puedes hacer para sacar el mejor provecho de tu situación como persona trans. El amor propio debe ser tu gasolina, la conciencia elevada tu guía. La magia es verdadera y está ahí para quien la quiera, pero tienes que ir por ella, buscarla y desearla con todo tu ser.
Tienes en ti el mismo poder creador del universo, porque eres universo. No vienes de él, eres él. Eres parte de ese tejido maravilloso de posibilidades infinitas y nadie puede quitarte eso. Tómalo, es tu derecho, y que tus acciones contribuyan a la felicidad y a la libertad de otros.