Saltan. Se arrastran. Se retuercen. Y podrían estar rumbo a un plato de comida tuyo. Cada vez más «emprendedores de los bichos» lanzan negocios para alimentar el creciente apetito por los grillos, gusanos de la harina y otros insectos comestibles.
Estos recién llegados tratan de convencer a más gente de que coma bichos, que pueden producirse con menos tierra, alimentos y agua que otras fuentes de proteína animal. Incluso Naciones Unidas ha fomentado el consumo de insectos para mejorar la nutrición, reducir los gases de efecto invernadero y crear empleos en su producción.
Pero podría ser difícil convencernos, que somos más propensos a aplastar los bichos que a comérselos. Nuestros antepasados hacían de los insectos un manjar. Hoy, tan de moda el mezcal, comer grillos y gusanos también está de moda. ¿Qué tanto le entras tú a los bichos? ¡Qué asca!