Dos sacerdotes, británicos gays, uno anglicano y el otro católico, se enfrascaron en una noche de fiesta que terminó trágicamente.
La tragedia irrumpió en la vida de dos sacerdotes británicos. El padre Bernard, anglicano y el padre Andrew Wagstaff, católico, enfrentaron consecuencias terribles tras una noche de fiesta.
Ambos sacerdotes se reunieron presuntamente para sostener relaciones sexuales. Durante su velada, los hombres consumieron éxtasis y poppers. Pero al parecer, el padre Andrew, de 69 años de edad, comenzó a resentir los efectos. Poco después de la medianoche, el hombre comenzó a sentirse mal y cayó inconsciente. Ante esto, el padre Bernard, de 60 años, llamó a los servicios de emergencia para informar la situación. Los servicios de emergencia acudieron, pero el padre Andrew no sobrevivió.
Ante esta situación, el padre Bernard fue arrestado, acusado de tráfico de drogas con resultado de muerte, a pesar de que la autopsia inicial no demostró de manera concluyente la causa exacta de la muerte. Un obispo determinará si se le permitirá mantener su posición dentro de la Iglesia Anglicana.
El finado padre Andrew había sido el capellán de la iglesia de San Bonifacio, en Amberes, Bélgica, hasta su jubilación, a principios de 2024.
Andrew y Bernard al parecer se conocieron en una visita a Bélgica para la visita del papa Francisco.
Eddy Marstboom, el presidente del consejo de la Iglesia Anglicana de su localidad reveló:
«El padre Bernard es un sacerdote dedicado. Hizo bien su trabajo, le gustaba mezclarse con la gente después de los servicios religiosos, y era muy apreciado por eso. Pero hay que reconocer que todo esto también es una completa sorpresa para nosotros. Ahora esperamos principalmente que la ley haga su trabajo rápidamente, porque puedo imaginar que esto es particularmente difícil para él».
Este no es el único incidente relacionado con drogas que involucra a sacerdotes gays. Recientemente, de acuerdo a información de The Advocate, un sacerdote católico polaco fue condenado a 18 meses de prisión después de que un trabajador sexual sufriera una sobredosis de medicamentos para la disfunción eréctil y fuera mutilado después de colapsar durante una fiesta de juegos para adultos homosexuales.