Todas las personas tenemos sueños que nos gustaría cumplir. ¿Cuál sería ese sueño para ti? ¿Cuál sería tu profesión? ¿Dónde vivirías y con quién? ¿Qué es aquello que te movería a hacer tu mejor esfuerzo para lograrlo?
Después, llegan las dificultades de la vida y nos olvidamos de seguir soñando. Es más, la expresión “estás soñando” suena como si fuera algo malo, cuando la verdad es que ojalá soñáramos más y lográramos hacer realidad lo que queremos. Todo empieza con un sueño.
Hay un ejercicio que te va a ayudar mucho para ubicar donde estás y hacia dónde vas. Analízate en las principales áreas de tu vida como tu salud, economía y relaciones. Ahora extiende una línea de tiempo hacía el futuro y responde a la pregunta “Si continúo comportándome así respecto a mi salud ¿cómo estaré en cinco años? ¿y en diez, en veinte?” Digamos que hoy tienes cinco kg de sobrepeso, comes cochinadas y no haces ejercicio. ¿Cómo te iría cuando extiendes esa línea de tiempo? Cuando yo hice ese ejercicio hace muchos años me puse a llorar.
El cambio, entiéndase convertir una situación negativa en positiva, no es tanto cuestión de saber el “cómo” sino de encontrar suficiente motivación. Ya vimos la motivación del dolor que te causará si no le echas ganas a estar bien. Ahora regresemos al presente y soñemos con el futuro que queremos en todos nuestros ámbitos. No pienses en el cómo, o en los obstáculos, solo quiero que te dejes soñar por un ratito y sientas a nivel emocional lo que sería para ti el estar justo donde quieres. Estamos entrenando a tu sistema nervioso.
Nietzsche dijo, que quien tiene un porqué lo suficientemente fuerte, puede soportar cualquier cómo. Antes de llegar a ese cómo, necesitamos quitar las barreras mentales. Muchos son expertos en encontrar mil maneras porqué algo no funciona, en vez de buscar cómo hacerlo funcionar. Si bien hay obstáculos reales en la vida, la mayoría solo existe en nuestra mente. La mente es muy poderosa, pero al final tiene muchas limitaciones acerca de cómo percibe la realidad. Controlarla es un esfuerzo que dura toda la vida, pero vale tanto la pena, que te va a poner en otro nivel por completo.
Los loquitos que se atreven a intentar a pesar de las barreras, son quienes normalmente lo logran. Si lo intentas, te sorprenderás de cuantas se deshacen ante tus ojos por ser imaginarias. Pero hay alguna ley muy profunda en el universo que recompensa el valor y el esfuerzo, en donde hasta los obstáculos reales se desvanecen ante quien se les planta enfrente con seguridad. ¡Bendita locura! Si me llamas loca es el mejor cumplido, ya sé, siempre he sido muy Merlina, es divertido. Un sinónimo para normal es promedio, o sea, mediocre.
Después viene el hacer un plan, dar el primer paso, no importa si tu plan está chafa, lo vas a ir corrigiendo sobre la marcha. El chiste es ponerte en movimiento, ver qué funciona y qué no, y ajustar el rumbo. Al principio, parecerá que nada ocurre, pero dale tiempo, trabaja en tu motivación no dejándola caer. Algo que ayuda es rodearse de la gente positiva y alejarse de la negativa. De la misma forma que no dejarías que alguien vaciara su basurero en la sala de tu casa, no debes permitir que alguien vacíe su basura mental sobre ti.
Suena fácil, lo sé, y no lo es. Pero peor sería quedarte igual, empeorar, o sacrificar tus sueños solo porque no tuviste la motivación para ir tras ellos. Es un acto valiente y creo que aquí le estoy hablando a valientes, ya que de por si enfrentamos mucha adversidad. Por mi lado te puedo decir, prefiero morir en el intento que caer en la mediocridad. La vida es para aprovecharla y se pasa muy rápido…
