¡Yo-Yo Ma, la drag Pattie Gonia y el artista trans Quinn Christopherson se unen para lanzar un himno pop con conciencia social sobre la crisis climática!
En una colaboración sorprendente, el renombrado violonchelista Yo-Yo Ma, el artista drag ecologista Pattie Gonia (también conocida como Wyn Wiley) y el talentoso cantautor transgénero Quinn Christopherson se unieron para lanzar «Won’t Give Up», un himno que fusiona la música con un mensaje poderoso.
La canción, ya disponible en las principales plataformas, nace de la unión de Ma y la draga Pattie Gonia en el proyecto «Our Common Nature», un viaje cultural que busca conectar comunidades y promover la acción por el clima. Christopherson, nativo de Alaska y con raíces en las naciones indígenas ahtna athabasca e iñupiaq, se sumó al proyecto, aportando su voz y habilidades con la guitarra acústica.
La canción con melodía única combina los talentos de cada artista, exhortando apasionadamente a no rendirse en la lucha por salvar nuestro planeta y resolver la crisis climática. «Won’t Give Up» se sumerge en la realidad de los glaciares de Alaska, reflejando la preocupación por el retroceso de estos y los impactos del deshielo del permafrost.
El propio Christopherson comparte su experiencia: «Hacer esta canción sobre los glaciares empezó como una despedida, pero a lo largo del proceso nos dimos cuenta de que no podíamos hacer eso». La canción despierta una lucha interior, convirtiéndose en una poderosa herramienta para la conciencia y la acción.
La participación de la draga Pattie Gonia añade un toque único, ya que su drag se inspira en las crisis medioambientales y la sostenibilidad. Gonia, conocida por su enfoque en la justicia climática, utiliza su drag para hacer que «el aire libre sea lo más gay posible». Su contribución a «Won’t Give Up» va más allá de la música, resonando con su compromiso por un mundo más sostenible.
La canción, con el inconfundible violonchelo de Yo-Yo Ma, refleja la urgencia de preservar nuestro hermoso planeta. El musicólogo Nate Sloan destaca la conexión entre la música y el tema de la canción, comparando el «inquietante» violonchelo con el lento deshielo de un glaciar.
Aunque una canción por sí sola no puede salvar el planeta, «Won’t Give Up» busca inspirar cambios.
Los tres artistas creen en el poder de la música para movilizar a las personas, y su colaboración no solo destaca la crisis climática, sino también nuestra conexión como especie humana y familia.