La cinta de «horror corporal» «The Substance», de la cineasta Coralie Fargeat, tiene su estreno comercial en varios puntos del globo.
Después de su estreno en festivales y circuitos de cine de arte, la cinta «The Substance» («La Sustancia»), finalmente se ha estrenado de manera comercial en diversos puntos del planeta.
La cinta es el segundo largometraje de la cineasta Coralie Fargeat. Protagonizada por Demi Moore y Margaret Qualley, es una crítica mordaz de la industria de la belleza y las actitudes de la sociedad hacia las mujeres en la madurez.
La película nos narra la historia de «Elisabeth Sparkle», una actriz ganadora del Óscar que, tras cumplir 50 años es despedida de su trabajo como instructora de aeróbicos en televisión. Desesperada, se inscribe en el proyecto «La Sustancia», un misterioso «tratamiento estético» del mercado negro con el que «crea» a «Sue», una versión más joven de ella en la que puede vivir durante una semana, antes de volver a cambiar a su cuerpo original después de siete días. Como era de esperar, esta «vida de belleza» finalmente se vuelve muy tentadora para la protagonista y termina generando un caos en la historia.
La película es una analogía obvia hacia el bótox, como un inyectable antienvejecimiento. Muchxs otras personas, incluyendo gente de la comunidad LGBT+, la ven como una referencia a la disforia de género.
La película, ha sido clasificada dentro de un sub-género fílmico del cine de horror denominado «horror corporal». Contiene algunas escenas un tanto grotescas que pueden incomodar a algunxs espectadores sensibles. Pero, en definitiva, no es una cinta de horror en el sentido estricto; aún así, no decepciona a lxs amantes de este tipo de cine.
Personas trans encuentran paralelismos en la cinta
Tras su estreno en circuitos cerrados de cine hace unos días, personas de la comunidad trans han manifestado encontrar un paralelismo muy directo en la cinta. Sobre todo las personas trans que recurren a terapias hormonales. La audiencia trans ha explicado que hay una euforia al notar los cambios sutiles que causan las hormonas. Pero, paralelamente, si no puedes acceder a ellos por cualquier motivo, hay una ansiedad que proviene de ver esos cambios revertirse lentamente. Incluso hay una analogía quirúrgica cuando «Elisabeth» se despierta después de haber «dado a luz» a la versión más joven de sí misma.
