El presidente Donald Trump y Rosie O’Donnell, la actriz, comediante y conductora, retoman una rencilla que tiene casi dos décadas.
¡Mis cielas, agárrense! Porque el drama entre Donald Trump y Rosie O’Donnell no solo sigue vivo, ¡sino que se puso más intenso que final de reality show!
Después de casi 20 años de dimes, diretes, posts venenosos y momentos virales, el presidente de Estados Unidos volvió a la carga contra la comediante.
Todo empezó allá por 2006, cuando Rosie se le fue con todo a Trump en el show «The View», diciéndole que no era el ejemplo moral que pretendía ser, que su fortuna venía de dudosas maniobras financieras ¡y que no era precisamente el Rey Midas! Trump, por supuesto, no se quedó callado y le respondió llamándola “perdedora”, “desquiciada” y otras maledicencias más. Desde ahí, la guerra fue declarada y nunca se detuvo.
La historia volvió a hacer escándala este 2025, cuando después de que Trump regresara a la Casa Blanca, Rosie anunció que se iba a vivir a Irlanda con su hijo. ¿Y qué creen que hizo el mandatario? En plena reunión con el primer ministro irlandés, lanzó una indirecta-bomba preguntando si “sabía quién era Rosie O’Donnell”, sugiriendo que mejor ni la conociera.
Pero lo más fuerte vino después, cuando el mismísimo Trump escribió en su red social que estaba considerando revocarle la ciudadanía estadounidense a Rosie, diciendo que era una “vergüenza para el país” y que ojalá se quedara en Irlanda para siempre.
Rosie no tardó en contestar. Desde Irlanda y sin pelos en la lengua, lo llamó “criminal, mentiroso, sin alma y con demencia”. Además, publicó una foto de Trump con Jeffrey Epstein para recordarle al mundo sus amistades incómodas. ¡Figúrense, mis cielas!
¿Puede Trump revocarle la ciudadanía a O’Donnell?
Expertos en leyes ya dijeron que el presidente no tiene ni el poder ni el derecho de quitarle la ciudadanía a alguien por opinar diferente. Mientras tanto, Rosie sigue firme en su postura y asegura que no se va a dejar intimidar, mucho menos callar.
Esta historia nos confirma, mis cielas, que nunca hay que subestimar a una mujer con micrófono, opinión y mucho colmillo.
