Gerika Mudra, una joven de 18 años, fue víctima de una presunta discriminación en un restaurante de Minnesota.
Una joven de 18 años ha presentado una queja por discriminación de género contra una sucursal de Buffalo Wild Wings en Owatonna, Minnesota, después de que un mesero la siguiera al baño de mujeres y le exigiera que demostrara no ser trans.
La denunciante, Gerika Mudra, estudiante de secundaria, birracial y lesbiana, relató que el incidente ocurrió en abril mientras cenaba con una amiga. Según su testimonio, desde su llegada percibió una actitud hostil por parte del personal. El mesero, a quien describió como “grosero” y “mirándolas mal”, apenas les prestó atención hasta que ella se levantó para ir al baño.
Mudra afirma que el trabajador la siguió, golpeó la puerta del cubículo y le dijo: “Este es un baño de mujeres. El hombre necesita salir de aquí”. Pese a que ella respondió “Soy una dama”, el empleado insistió en que debía abandonar el lugar. Asegura que, acorralada y sola, se vio obligada a abrir su sudadera y mostrar sus pechos cubiertos para que el mesero la dejara en paz:
“Me hizo sentir muy incómoda. Ahora evito ir a baños públicos por miedo a que algo así vuelva a pasar”.
La organización Gender Justice presentó la denuncia ante el Departamento de Derechos Humanos de Minnesota, organismo encargado de aplicar la Ley de Derechos Humanos del estado. Esta legislación protege, entre otros derechos, el acceso de las personas trans a las instalaciones que correspondan con su identidad de género.
Aunque no se han presentado cargos penales, abogados señalan que los hechos descritos podrían encuadrar en definiciones legales de acoso sexual, agresión sexual o detención ilegal.
Para Megan Peterson, directora ejecutiva de Gender Justice, el caso refleja un patrón más amplio:
“La historia de Gerika está en la intersección del pánico anti-LGBT+, el racismo y los estereotipos de género. Cuando las personas son acosadas solo por existir, ninguno de nosotros está realmente a salvo”.
Estudios citados por la organización indican que casi un tercio de las personas LGBT+ han experimentado acoso en baños públicos, y que un 60% de las personas trans evitan usarlos por temor a su seguridad.
