La Asociación Inglesa de Futbol (FA) ha exigido a los hombres trans identificarse como mujeres para participar en competencias.
La Asociación Inglesa de Futbol (FA) despertado un intenso debate en el mundo deportivo. Esto tras anunciar una nueva regulación que afecta directamente a los jugadores transmasculinos.
A partir de junio de 2025, cualquier hombre trans que desee competir en categorías masculinas deberá firmar una declaración oficial que ha sido calificada por muchos como discriminatoria.
Este documento obliga a los jugadores a reconocer públicamente que nacieron con sexo femenino. Además, deben aceptar que enfrentan un mayor riesgo físico al competir con hombres cis y que su tratamiento hormonal no elimina por completo las diferencias biológicas.
La exigencia no solo ha sido cuestionada por colectivos LGTB+, sino también por deportistas. Y es que esto es una condición humillante para poder ejercer su derecho al juego.
La decisión de la FA se basa en un reciente fallo de la Corte Suprema del Reino Unido, que reafirmó que el término legal “mujer” debe entenderse según el sexo asignado al nacer. Esta resolución ha servido como justificación legal para que la federación ajuste su política tanto para mujeres como hombres trans.
En paralelo, desde el 1 de junio de este año, las mujeres trans han quedado excluidas de forma total de las competiciones femeninas. En el caso de los hombres trans, la participación aún es posible, aunque supeditada a cumplir estrictos requisitos. Además de la declaración firmada, deberán presentar un informe médico que respalde su aptitud para jugar y demostrar niveles de testosterona dentro del rango masculino (7.7 a 29.4 nmol/L).
Para muchos, estas condiciones suponen una barrera casi infranqueable.
¿Qué dice la FA ante las protestas?
La FA, por su parte, ha defendido la medida como una necesidad legal, no como una postura ideológica. Asimismo, ha anunciado que ofrecerá apoyo psicológico a los deportistas afectados y trabaja en la creación de ligas mixtas para la temporada 2026-2027.
A pesar del revuelo mediático, aún no hay cifras claras sobre cuántos jugadores transmasculinos se verán impactados por esta política, ni cuántos estarían dispuestos a firmar el documento exigido.