El anuncio fue comunicado por Wes Streeting, director del Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido.
El secretario de Salud del Partido Laborista del Reino Unido, Wes Streeting, ha declarado indefinida la prohibición de los conservadores para bloquear la pubertad.
Los bloqueadores de la pubertad para menores de 18 años con disforia de género quedarán prohibidos indefinidamente en el Reino Unido. Esto debido a un supuesto «riesgo de seguridad inaceptable». Esto de acuerdo con el Departamento de Salud y Asistencia Social, dirigido por Streeting.
Una prohibición temporal de las recetas privadas de bloqueadores de la pubertad fue implementada por primera vez en mayo de 2024 en Inglaterra.
El gobierno del Reino Unido dijo este miércoles 11 de diciembre que las medidas de emergencia existentes que prohíben la venta y el suministro de hormonas supresoras de la pubertad a los jóvenes trans seguirán vigentes y no se revisarán hasta 2027.
En un comunicado publicado en el sitio web del gobierno británico, Streeting dijo que la prohibición indefinida se debía a la necesidad de «actuar con precaución» con respecto a «este grupo vulnerable de jóvenes».
Un informe completo de 400 páginas sobre el modelo de atención de Inglaterra para menores trans de 18 años, dirigido por la ahora miembro de la Cámara de los Lores, la Dra. Hilary Cass, hizo más de 32 recomendaciones para reestructurar la forma en que los jóvenes trans reciben atención. En él afirmó que hay «evidencia débil» sobre los impactos que tienen los bloqueadores de la pubertad en la disforia de género, al tiempo que consideró que los estudios históricos sobre sus efectos son de «mala calidad».
Desde entonces, varios grupos que trabajan con jóvenes trans, incluidos psicólogos educativos, clínicos y académicos, han criticado la revisión y sus hallazgos.
¿Qué son los bloqueadores de la pubertad?
Estos medicamentos aplicados a menores de 18 años, inhiben las características no deseadas de la pubertad física. El NHS ha descrito los efectos como reversibles, y no hay evidencia definitiva de que sean dañinos.
En septiembre de 2024, un estudio independiente descubrió que, en general, son seguros para ser utilizados por jóvenes trans. Y a pesar de lo que afirman algunas personas, los efectos pueden revertirse.
