Bruselas ha presentado una propuesta que buscar regular la adopción LGBT+ entre todos los países miembros de la Comisión Europea.
¡Manas! Bruselas ha presentado una propuesta de regulación que busca que todos los estados miembros tengan que otorgar a les hijes de familias LGTB+ el mismo reconocimiento que tienen en su país de origen. El objetivo de la norma es «armonizar» este reconocimiento para que las familias LBTG+ que viajan o cambian la residencia a otro estado comunitario no tengan que hacer frente a «obstáculos legales» para conseguir el mismo reconocimiento que ya tienen a su país.
La propuesta plantea también crear un Certificado Europeo de Paternidad que indique quiénes son les progenitores y les hijos, el cual sea válido en todos los estados comunitarios.
La propuesta de la Comisión Europea llega después de que en la estrategia de igualdad LGTB+ se detectara que no había una norma específica que protegiera los derechos de les hijes y les xadres de familias homoparentales y lesbomaternales en otros países miembros.
En una sentencia reciente, la justicia europea sí había reconocido este derecho, pero no hay ninguna norma comunitaria que lo establezca y las legislaciones de los estados, que son los que tienen las competencias en materia de familias, son muy diferentes.
Para armonizar a nivel europeo el reconocimiento de la filiación, la propuesta de la Comisión Europea indica cuáles son los tribunales en los estados miembros que tienen que decidir sobre este tipo de disputas y que la ley que se tiene que aplicar es la del estado donde han nacido les niñes.
El objetivo de la norma, apunta Bruselas, es dar «certeza legal» a las familias LGTBI+, garantizar que les hijes tienen los mismos derechos en todos los estados comunitarios y asegurar la «continuidad» de la filiación en toda la Unión Europea. Según ha indicado en la presentación de la propuesta el comisario de Justicia, Didier Reynders, la norma también se aplica a les hijes por gestación subrogada que hayan sido reconocides en un estado comunitario.
Según datos de la Comisión Europea, unos dos millones de niñes sufren esta situación de no reconocimiento en otro estado miembro. Ahora, la propuesta pasa en el Consejo, donde se sientan los estados. A fin de que salga adelante, hace falta una adopción unánime de los 27 países miembro.