La Corte Suprema del país examina la posibilidad de evitar a menores trans que tengan acceso a procedimientos para realizar su transición en este estado.
La comunidad trans de Estados Unidos, se encuentra en una de las batallas más arduas de su historia. Y es que la Corte Suprema de los Estados Unidos está analizando definir una ley contra acceso a tratamientos médicos a menores trans de Tennessee.
Este miércoles, el citado organismo examinará una ley adoptada en 2023 por el estado de Tennessee, gobernado por los republicanos. Esta prohíbe a los menores que no se identifican con su género de nacimiento acceder a los bloqueadores de la pubertad y a los tratamientos hormonales de transición.
Y es que casi la mitad de los estados de la Unión Americana han promulgado leyes similares. Menores y sus familias han denunciado el carácter «discriminatorio» que tiene esta ley, la cual viola una disposición de la 14° Enmienda de la Constitución sobre la igualdad.
El abogado trans Chase Strangio, de Libertades Civiles, ha descrito este tema como uno de los casos LGBT+ más complicados examinados por la Corte Suprema. Al respecto, Strangio declaró al «New York Times»:
«No solo estaré presentando argumentos legales ante los jueces, también los estaré encarnando. Mi presencia en la Corte Suprema como abogado transgénero es posible porque he tenido acceso al tratamiento médico examinado.»
Las personas trans y sus derechos, en medio de guerras partidistas
El tema se ha puesto bajo el reflector desde que el presidente electo Donald Trump se comprometió a imponer una prohibición federal al acceso a estos tratamientos para menores trans y a restringirlo para adultos.
En abril de 2024, la Corte Suprema permitió que una prohibición similar, en el estado de Idaho. Según la ley de este estado, los profesionales médicos que proporcionen tratamientos a menores, incluidos bloqueadores de la pubertad, terapia hormonal o cirugía, se exponen a hasta 10 años de prisión.
El Departamento de Justicia del presidente demócrata Joe Biden se ha unido a las familias de los jóvenes transgénero que combaten la ley.
Esta y otras polémicas sobre los derechos de las personas trans (como el uso de los sanitarios, por ejemplo), han sido descritos por politólogos y especialistas como parte de las «guerras culturales» entre republicanos y demócratas.